LOGROÑO, 16 (EUROPA PRESS)
El fiscal pide nueve años de cárcel para una pareja y dos de sus hijos por un delito contra la salud pública, otro de tenencia ilícita de armas -se les intervino una arma corta y cartuchos- y un tercero de integración en grupo criminal para la comisión de un delito grave. Además, se les pide una multa de 1.440 euros, también para cada uno de ellos, por un delito de defraudación de fluido eléctrico. Asimismo por el tráfico de drogas, cocaína y heroína, se les reclama 22.000 euros de multa.
De los cuatro acusados, C. G. A., M. V. M. , C. G. M. y L. G. M., tres de ellos tiene diversos antecedentes penales por hurto, amenazas o conducción sin permiso.
El juicio se desarrollará el martes, 18 de febrero, en la Audiencia Provincial. Según el escrito al que ha tenido acceso Europa Press, los cuatro acusados, formando parte de la misma familia, desde su domicilio en el barrio de Varea, de Logroño, han suministrado, indistintamente, heroína y cocaína a distintas personas.
La Policía, en distintos días y horas, realizó vigilancias sobre el inmueble que concluyeron con que el día 28 de mayo de 2019, sobre las 14,50 horas, una persona se introdujo en el inmueble, saliendo a los pocos minutos. Fue interceptado por los agentes en el barrio y se le intervino en el forro de la capucha del chubasquero una papelina de heroína, de peso neto 0,43 gramos, y pureza del 25 por ciento, valorada en 51,01 euros.
Dos días después, a las 18,55 horas, la misma persona fue al inmueble y salió a los pocos minutos. Al ser intervenido se le ocupó, en un falso bolsillo de su pantalón, una papelina de heroína, de 0,46 gramos de peso neto, y pureza del 26,1 por ciento, valorada en 56,10 euros. Ese mismo día, a otra persona, que entró al edificio, se le encontró heroína, de peso neto 0,45 por ciento, con una pureza del 25,6 por ciento, valorada en 53,41 euros.
El día 31 de mayo, a las 14,30 horas, un individuo abandonó el inmueble, siendo interceptado por los agentes, si bien antes arrojó debajo de un coche una papelina de heroína, de peso neto 0,58 gramos, con una pureza del 24,8 por ciento, valorada en 66,99 euros. También se le intervino un pañuelo con restos de cannabis, de 4,19 gramos de peso, valorado en 21,11 euros.
Quince minutos después, observaron a otra persona, que al ser parado por la Policía, arrojó debajo del coche patrulla una papelina de heroína, de peso neto 0,44 gramos, y pureza del 26,3 por ciento, valorada en 54,11 euros.
Ya, el 3 de junio, a las 12,35 horas, otra persona entró al portal, y tras salir, siendo seguido por los agentes e interceptado por los agentes, y se le ocupó en el bolsillo derecho de su pantalón, una papelina de heroína, de peso neto 0,32 gamos, y pureza del 26,1 por ciento, valorada en 39 euros.
En días posteriores, el 1 de julio, 2 de julio, 17 y 19 de julio, fueron también parados por la Policía diferentes personas que salían del domicilio de los acusados, portando 0,48 gramos de heroína, y otras dos de 0,42 gramos de la misma sustancia. Una de las personas “manifestó a los agentes que fue al domicilio de los acusados a pagarles una deuda de 40 euros, y que tanto él como los acusados sabían que la Policía los vigilaba”.
USABAN EL PISO DE UNA VECINA FALLECIDA
Los acusados utilizaban el piso contiguo de su vivienda, que estaba desocupado desde la muerte de su propietaria, para esconder efectos que utilizaban para el tráfico al que se dedicaban. Fueron localizados una vez que se autorizó el registro, encontrando debajo de un sillón un calcetín conteniendo un arma corta, de la marca ‘Star’, con su cargador con siete cartuchos en su interior, y siete cartuchos más, fuera del cargador.
Además, debajo del cojín del mismo sillón, se localizaron tres bolsas de plástico, conteniendo la primera, tres envoltorios de plástico, con un peso bruto de 27,2 gramos, 26,4 gramos, y 26,8 gramos, de cocaína; en otra bolsa de plástico, con la inscripción ‘200’, un envoltorio de plástico cerrado con alambre verde con 23,6 gramos de peso bruto de cocaína.
En otra bolsa de auto-cierre aparecieron tres envoltorios conteniendo 28 gramos, 50,1 gramos, y 51,7 gramos, de heroína, todo ello acompañado de recortes de plásticos negros. La sustancia intervenida resultó ser: 94,36 gramos de peso neto de cocaína, con una pureza del 55,4 por ciento, valorada en 6.802,97 euros. 24,75 gramos de peso neto de heroína, con una pureza 1del 23,4 por ciento, por valor de 13.381,79 euros. En total el valor ascendía 20.184,76 euros.
Por otra parte, en el domicilio de los acusados se había realizado el corte de suministro de energía eléctrica, por falta de pago, desde el 4 de agosto de 2018, si bien, girada visita el día 29 de julio de 2019, por el técnico del Grupo Iberdrola, pudo comprobar que el inmueble tenía electricidad, “como consecuencia de que los acusados habían realizado el enganche directo al contador”. La cuantía de lo defraudado desde el corte hasta el 25 de julio de 2019, asciende a 1.489,75 euros; si bien la empresa no reclama nada.
Para el fiscal, estos hechos de los que hace responsable, en concepto de autor, a los cuatro acusados, constituyen para cada uno de ellos un delito contra la salud pública, en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, por el que reclama 5 años de prisión, otro de tenencia ilícita de armas, por el que les pide dos años de cárcel más, y otros dos más de prisión por un delito de pertenencia al grupo criminal. Además, se les pide una multa de 1.440 euros, también para cada uno de ellos, por un delito de defraudación de fluido eléctrico.
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