Más mayores, más inmigrantes y más mujeres en ámbitos decisivos: retrato robot del español del futuro
LOGROÑO, 21 (EUROPA PRESS)
El catedrático de Geografía Humana y presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Rafael Puyol, ha invitado a ver las “oportunidades” del envejecimiento de la población considerando que “la presencia de senior en el mercado laboral tiene que cambiar”.
La bajada de la natalidad, el aumento de población inmigrante y el “envejecimiento de la vejez” son tres hechos que están marcando la radiografía del nuevo español y ante los que España, para Puyol, “necesita una política integral”.
En la actualidad, el número de nacimientos en España se encuentra en 1,2 hijos por mujer en edad de procrear, esto significa que el país está a una distancia muy corta de un hijo por mujer y, por tanto, “lejos de poder renovar las generaciones”.
Esto se traduce en una reducción de la población joven “que ya se está observando, con todos los inconveniente y retos que supone”, ha explicado en una entrevista a Europa Press. Así, habrá menos cotizantes para pagar las pensiones de un número cada vez más elevado de jubilados.
“Un país que no tiene una población joven significativa tiene comprometido su propio futuro porque estas personas constituyen una base imprescindible del progreso económico y social”, ha aseverado.
Frente a esto, ha relatado, gracias a la inmigración podemos tener un crecimiento real positivo, si no, estaríamos en una situación de implosión demográfica, es decir, que cada año perderíamos población.
Tener un crecimiento real positivo “nos permite seguir creciendo y esa situación va a continuar así”. “Eso es bueno; desde mi punto de mi vista la inmigración permite a España tener una fuerza laboral, en determinado tipo de ocupaciones, y al mismo tiempo contribuye a la propia demografía”, ha señalado Puyol.
Por tanto, “la inmigración cumple un doble papel. Por un lado, constituye una fuerza laboral necesaria, sobre todo en la parte de población adulta joven; y juega un papel demográfico, permitiendo que la natalidad no sean aún mas baja”.
Por otro lado, cada vez hay más personas de 65 años y más, y de 85 años y más; lo que se conoce como “el envejecimiento de la vejez” que se debe a que hay menos jóvenes y al aumento de la esperanza de vida (actualmente en 83 años).
Esto “plantea diferentes retos, como el pago de las pensiones y el aumento de la dependencia”. Pero también, ha constatado, “oportunidades”.
“Yo creo que España es un país que mantiene a pocos mayores en el mercado laboral y eso tendrá que cambiar porque si no va a haber jóvenes en la base de la pirámide alguien tendrá que hacer el trabajo”, ha indicado.
Por tanto, ha visto que “favorecer que haya más senior en el mercado laboral, tanto hombres como mujeres, es un reto que debemos enfrentar en el futuro”.
Habrá profesiones, “por su dureza, que exigirán un abandono más temprano, pero habrá otras, y van a ser la mayoría, en la que el trabajo de los senior se podrá desarrollar”.
Pero, además, esto supone una doble oportunidad, por “el consumo”. “La gente mayor, sobre todo aquella que está en una mejor situación económica, puede tener un gasto en toda una serie de productos y servicios que conforman la economía plateada”, ha indicado. RETRATO ROBOT
El español medio del futuro presenta un retrato robot, para este experto, con menos jóvenes, más mayores, más inmigrantes y en el que las mujeres tendrán una presencia mayor en ámbitos decisivos de la economía y la sociedad del país.
Frente a esto, “España necesita una política integral de materia demográfica” que tenga en cuenta esta evolución y los problemas que se deben abordar, con una política de familia, “para que mejore, aunque sea poco, la natalidad”.
También, una política para la inmigración; una política para la tercera edad en el doble sentido de favorecer sus necesidades y alentar su presencia en el mercado laboral; y una política que enfrente el reto de la España Vacía.
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