La Cooperativa de Aldeanueva está recogiendo unos 200.000 kilos al día con un ritmo orquestado por las analíticas y parámetros como la acidez
LOGROÑO, 16 (EUROPA PRESS)
Tras un puente festivo, la Cooperativa de Aldeanueva de Ebro ha reanudado la vendimia de tempranillo blanco con una velocidad “a cámara lenta” marcada por un calor que, también, están proporcionando una “maduración lenta”.
El gerente de la Cooperativa de Aldeanueva de Ebro, Abel Torres, ha relatado a Europa Press cómo la vendimia (aún de tempranillo blanco) se ha reanudado “bastante bien”, aunque cogiendo unos 200.000 kilos al día lo que implica que “no se está acelerando”.
“La maduración está acompasándose”, ha relatado recordando cómo se paró para el puente de La Fiesta de la Virgen y hoy se ha seguido con una temperatura que aún es más alta de lo deseado. “Esta temperatura no nos está gustando nada”, ha reconocido.
“Vamos a ver cómo reacciona la planta pero es posible que se acelere la maduración en un par de días”, algo que se verá “en la analítica”.
Se está, por tanto, esperando a ver cómo evoluciona el calor y, sobre todo, la ausencia de noches y amaneceres frescos. Y viendo cómo lo recoge la analítica para tomar las decisiones.
“Si esto fuera pasajero”, ha dicho en referencia al calor, “no pasa nada, el problema es que esto se alargue en el tiempo”. Así, aún se va a cámara lenta porque el momento ideal de recogida es en un amanecer fresco.
Se une, además, que “la planta se ha parado un poco y el grado no está subiendo”.
“Esto del viñedo es muy complejo, nos lo marca la analítica”, que es donde se ve “la graduación alcohólica, la acidez… la analítica es la que marca y, con ella, paramos, arrancamos…”.
Paralelamente se están haciendo, también, analíticas de tintos con las que se estima que a partir del 28 de agosto se podría empezar a vendimiar tinta.
Verdejo y viura, en blanco, se cogerán, seguramente, a principios de la siguiente semana, un poco más tarde de lo previsto inicialmente porque “no se está acelerando la maduración como se podía esperar”. Así que hay que ver cómo evoluciona y esperar que no haya fuertes tormentas.
Esto también supone que la maduración va “muy bien”, porque “cuando hay una maduración lenta le da tiempo a la piel de endurecerse, de coger toda la parte aromática”.
“En blancos muy bien y en tintos la sanidad de la uva es excepcional, y dependemos un poco del tiempo que haga, si viene alguna tormenta y estropea un poco la calidad o cae un poco de agua y luego hace un tiempo razonablemente fresco que sería lo ideal”.
De este modo, ahora una parte “importante” de la labor de la cooperativa es “mirar las aplicaciones de tiempo y planificar la semana” en función tanto de éstas como de la analítica del laboratorio.
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