LOGROÑO, 12 (EUROPA PRESS)
CUÉNTALO no es solo un festival de encuentro y promoción de las narrativas, es un festival que fomenta también la creación. Coincidiendo con el Festival de Narrativas de Logroño, se organizan este año cinco talleres de creación en los que los autores comparten con aficionados y profesionales de la ciudad y del entorno sus claves y procesos creativos a la hora de contar sus historias. Así, el poso que deja en la ciudad el Festival de Narrativas es mayor, se va sembrando para que en el futuro broten más narradores y creadores.
A los tres talleres (dos de escritura, con Belén Gopegui e Isaac Rosa, y uno de ilustración, con Miguel Brieva) ya anunciados en julio se suman ahora dos nuevos talleres, sobre cine documental y sobre teatro.
TALLER DE CINE DOCUMENTAL Y DINERO
León Siminiani, impartirá el taller ‘Cine, documental y dinero (el orden de los factores sí afecta al resultado) el sábado, 12 de noviembre con inscripciones en festivalcuentalo.com.
“Sospecho que en literatura el dinero tiene un peso y connotación distinta a las que detenta en el gremio al que me dedico. Y es que en el cine, la relación con el dinero es cuanto menos esquizoide. Bien lo restriega groseramente como estrategia de promoción, bien es demonizado como castrador de libertad creativa. Y a veces, las menos, se acepta con resignación como requisito indispensable para la existencia de una película. Si a esto le añadimos el advenimiento de las plataformas, con su globalidad y toneladas de millones, evidentemente todo se complica más” afirma León Siminiani.
El director del taller también planteará otra dimensión del dinero: la del contenido. Según León Siminiani, “el dinero es rasgo crucial para dibujar personajes: ricos, pobres y los de en medio. Por no hablar de la conciencia de clase que dicta a fuego. Por eso resulta paradójico que en estos años veinte nuestros (un poco como los veinte del siglo XX, por otro lado) apenas se hable de dinero ni de clase y conciencia. Acaso la deriva populista, digital y kamikaze de las sociedades del “primer mundo” (he aquí otro término en desuso) tenga algo que ver con esto. Quizás volviendo a hablar de dinero en toda su extensión y significado, podamos recuperar terreno perdido”
León Siminiani va a hablar en este taller de dinero y cine documental. De cómo ha hecho documentales ricos, pobres y de clase media. Para cine, para festivales y para plataformas. Y de cómo haciéndolos, ha despreciado el dinero. Y lo ha descubierto, anhelado, disfrutado y odiado.
León Siminiani hizo con presupuesto cero la serie de micro ensayos Conceptos clave del mundo moderno (1997-2003) y el corto diario Límites 1ª persona (2009), ganador del Concurso Iberoamericano Versión Española (TVE). Años después empezó una larga colaboración con la productora Avalon para conseguir una cierta financiación con la que emprendieron dos largometrajes, seis años entre ellos: Mapa (2012) que fue nominada al Goya documental y Apuntes para una película de atracos (2018), ganadora del premio Feroz de la crítica y también nominada al Goya documental.
Paralelamente León Siminiani, comenzó otra larga colaboración, esta vez con Bambú Producciones, para abordar (con financiación de plataforma) tres series documentales. Es por esto que pudo disfrutar de una antigua costumbre de sociedad evolucionada (como en los tiempos de Interviú), paradójicamente hoy en vías de extinción: una investigación periodística con tiempo y bien pagada.
Las series resultantes se titulan 800 metros (Netflix, 2022), El caso Alcásser (Netflix, 2019) y El caso Asunta (Operación Nenúfar) (Atresmedia, 2017). Últimamente ha vuelto, como al principio, a los cortometrajes con Síndrome de los quietos (2021), premio al mejor corto en Alcine 2021 y al mejor corto latinoamericano en Mar del Plata 2021, y Arquitectura emocional 1959, estreno en Sección Oficial en la Seminci 2022. Ambos cortometrajes los ha producido desde una productora propia y de nueva fundación llamada El gesto cinematrográfico. La idea es, entre otras, es buscar nuevas formas de relacionarse con el dinero para hacer películas.
TALLER DE TEATRO POTENCIAL, POSIBLE Y PORTÁTIL
“El teatro es un espacio de encuentro, mucho más estimulante que una iglesia o un polideportivo. Tenemos una necesidad de juntarnos, de relacionarnos cara a cara, de tocarnos. Ahora bien, ese teatro que solo quiere entretener, que se basa en un espectador maniatado en su silla que atiende a lo que le quieren decir unos señores que representan emociones en un escenario no sé yo si tiene mucho sentido”.La cita es de Marc Caellas en la revista literaria Kopek, uno de los dos directores del taller de teatro que Cuéntalo incorpora en esta edición.
Marc Caellas y el argentino Esteban Feuni de Colombi crearon en Bogotá, en 2011, la Compañía La Soledad, enfocada hacia propuestas escénicas itinerantes, performances y site specific, como El paseo de Robert Walser, Juego de cartas, Bolaño, vuelve a casa o Sin timón & en el delirio.
“Porque el arte, en un mundo violento, desigual, alienante e individualista, aporta capacidad de transformación”, asegura Esteban Feuni de Colombi en una entrevista en Infobae.
Inspirados en el OULIPO, taller de literatura potencial, ambos han creado el TATEPO, taller de teatro potencial, posible y portátil. El taller es, en sí, un artefacto escénico fértil para activar puestas en escena, obras, plataformas, ideas, performances, happenings, piezas, espectáculos y proyectos en todo tipo de escenarios, abiertos o cerrados, fijos o móviles, en los que la limitación presupuestaria no sea una restricción sino una oportunidad de arriesgar.
Según Caellas, existen “dos posibilidades: hacernos infinitamente pequeños, o serlo. La segunda es solución, por lo tanto, éxtasis; la primera comenzar, por lo tanto, actuar”.
Así, siguiendo a Kafka, Feuni de Colombi y Caellas plantean este taller como un punto de encuentro para creadores de distintas disciplinas, creadores (in)disciplinados, que quieran perderle el respeto a lo que suscita la idea solemne del “teatro”.
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