LOGROÑO, 12 (EUROPA PRESS)
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja, Mario Domínguez, ha destacado el “compromiso activo” de su colectivo contra la violencia de género hasta “su completa finalización”. Además, ha añadido, “las farmacias riojanas siempre han estado, están y estarán con las víctimas y no escatimaremos esfuerzos para trabajar juntos ante este gravísimo problema”.
Mario Domínguez ha realizado estas declaraciones durante la lectura de un manifiesto en la tradicional concentración mensual que organiza el Ayuntamiento de Logroño contra la violencia de género. En esta ocasión, la cita ha tenido lugar a las 12,15 horas en la plaza del Consistorio logroñés.
En representación del Colegio -firmante del Protocolo de Duelo del Ayuntamiento- Domínguez ha asegurado que éste es “un problema absolutamente transversal que nos afecta a todos y por el que todos debemos formar parte activa, valiente y decidida”.
Acompañado por miembros de la corporación municipal -a excepción de Vox- y de otras entidades firmantes del protocolo, Domínguez asegura que el fin de la violencia de género es “una meta a la que todas las administraciones y este Ayuntamiento trabajan”.
Para ello “cuentan con el respaldo e implicación del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja, de todos los farmacéuticos que trabajamos en numerosos ámbitos profesionales y de la red de farmacias de La Rioja y, por supuesto, de las 56 ubicadas en Logroño, así como las más de 22.000 a lo largo y ancho de España”.
“UN FARMACÉUTICO A NUESTRO LADO”
“Una red que nos permite tener siempre a un farmacéutico a nuestro lado, en cualquier lugar de Logroño y de La Rioja, a cualquier hora del día, incluso en lugares más recónditos, con un conocimiento del entorno social y familiar fruto de la muy especial relación de confianza entre paciente y farmacéutico”, ha asegurado.
“Farmacéuticos -prosigue- que en muchos momentos han sido un sustento social, un refugio de tranquilidad y de certidumbre para la población”.
“GRAN MISIÓN PARA LUCHAR CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO”
Por ello “desde nuestra posición cercana, accesible y de confianza y desde ese arraigo social y territorial que tenemos, especialmente en los núcleos rurales, pero también en los barrios y las grandes urbes, tenemos una gran misión para luchar contra la violencia de género”.
Domínguez recuerda que la farmacia es “un extraordinario sensor para detectar, para actuar, para sensibilizar y para, por supuesto, visibilizar este gran problema que no puede dejar de estar nunca en la agenda política y mediática. No puede dejar de denunciarse públicamente”.
Como ha reconocido, en numerosas ocasiones “son las propias víctimas las que se oponen a denunciar a su agresor, por diversas razones, entre las que se puede encontrar la falta de redes de apoyo social o familiar o la dependencia económica del agresor. Esta resistencia puede provocar incomprensión en el entorno, por lo que la ayuda de las personas externas, como el personal de la farmacia, puede ser de gran ayuda”.
ACTUACIÓN Y FORMACIÓN
Así, Domínguez ha invitado a pensar que “en las farmacias de La Roja y de Logroño, que tenemos según salimos de casa, tenemos un profesional sanitario que en más del 70% de los casos es además una mujer, que puede ayudar a salir y a romper el silencio”.
“Pero para que esta gran red de farmacias contra la violencia de género sea realmente efectiva y eficiente en su acción contra la violencia de género, fuimos conscientes de la necesidad de un protocolo de actuación y, por supuesto, también de formación, hasta que seguimos trabajando para ayudar a los farmacéuticos a que tengan herramientas válidas para actuar”.
Por eso, en la farmacias se desarrollaron protocolos de coordinación y de actuación, “ya conocidos por todos los farmacéuticos, bajo el lema ‘Estás en un lugar seguro ante una situación de violencia de género, te ayudamos’. Asimismo, ha habido acciones como ‘No caminas sola’, que abre las puertas de todas las farmacias del Camino de Santiago, también las de Logroño, a las mujeres que nos visitan en su peregrinaje, ofreciéndoles apoyo, seguridad y refugio si fuera necesario”.
“O acciones como ‘Mascarilla 19’, en los peores momentos de confinamiento, donde muchísimas mujeres fueron especialmente víctimas del maltrato en sus hogares, hizo posible una forma de pedir ayuda de forma discreta, segura y coordinada”.
Y con todo ello, explica, “serían múltiples las acciones que ponen en el manifiesto el firme e incondicional compromiso de la profesión farmacéutica con las mujeres víctimas de la violencia de género. En las farmacias, no escatimaremos esfuerzos para trabajar juntos ante este grave problema”.
RECUERDO A LAS VÍCTIMAS
Domínguez ha concluido con un especial recuerdo y reconocimiento “a las mujeres víctimas de esta violencia para que sepan buscar y puedan encontrar, con la ayuda de todos nosotros, la ayuda y recursos necesarios para que podamos hacer una vida plena, tranquila, feliz y en paz”.
- Te recomendamos -