LOGROÑO, 5 (EUROPA PRESS)
Logroño vuelve a ser fiel a una de las tradiciones más emotivas de la Semana Santa con la Limpieza y Veneración del Cristo del Santo Sepulcro que ha congregado este Miércoles Santo, tanto en el interior como en el exterior de la Concatedral de La Redonda, a centenares de logroñeses que han querido participar en el posterior ‘besapiés’ que ofrece la Cofradía.
Un solemne acto cuidado al más mínimo detalle, tal y como ha relatado minutos antes el Hermano Mayor de la Cofradía del Santo Sepulcro, David Rioja, quien ha destacado que para todos los cofrades este es “un momento muy especial”. “Nos genera muchas sensaciones internas, alegría, emoción, nerviosismo… es muy difícil de explicar… todas juntas y de golpe y, finalmente, cuando todo pasa te sientes bien y orgulloso de lo que hacemos”.
Este año el acto lo han podido disfrutar también alrededor de 250 personas que, con invitación, han podido acceder al interior de la capilla de Los Ángeles. “Ojalá pudiésemos tener a mucha más gente dentro porque sabemos que hay mucha veneración a nuestro cristo”, ha asegurado el Hermano Mayor. Todo, además, en un año en el que, por fin, “se han quitado todas las restricciones provocadas por la pandemia. Teníamos muchas ganas”.
UN DÍA “DE HERMANDAD TOTAL”
Sin duda alguna, quienes tienen una de las misiones más importantes de este acto son las camareras que se encargan de limpiar, con extrema sutileza, al cristo una vez sale de la urna. Así lo ha reconocido Iodia García, Hermana Mayordomo de la Cofradía del Santo Sepulcro. Emocionada ha resaltado que es un día “muy emotivo y especial porque es de hermandad total”. Hay mucha unión y muchos nervios” que, como reconoce, “para mí supone la renovación de mi propia fe”.
Como ha destacado, antes “tras sacar al cristo de la urna se le daban aceites para su limpieza pero vimos que estropeaba la figura. Ahora, una vez restaurada, se limpia por encima, casi sin tocar al cristo, con un plumero”. Finalmente, “abrimos la puerta de la calle lo antes posible para que pueda pasar todo el mundo”.
Así, en un momento de recogimiento y mucho silencio y en una Capilla de Los Ángeles abarrotada, el acto ha comenzado con la orden de extraer al Cristo de la urna donde se guarda durante todo el año, ya que nada más sale de ella para este acto tan arraigado en las costumbres de la Semana Santa de la capital riojana.
Tras su extracción con todo cuidado, la talla del Cristo yacente ha sido depositada en un pequeño altar sobre cojines negros bordados en dorado.
TALLA DONADA EN 1694
Acto seguido, se han abierto las puertas de la Capilla a los cientos de logroñeses que, desde mucho antes de que diera comienzo el acto, ya aguardaban su turno para pasar ante el Cristo, una talla donada en 1694 a la ciudad por el capitán Gabriel de Unsain, regidor perpetuo de Logroño, al entonces templo colegial de Santa María la Redonda.
Desde ese momento, según marca la tradición, han comenzado a desfilar los ciudadanos quienes, además de besar o tocar la imagen, suelen pasar diversos objetos por el Cristo, como pañuelos, llaves y joyas, y acercan a bebés de corta edad.
El acto se desarrolla a lo largo de unas tres horas, para luego, sobre las 15 horas “o hasta que no quede ni una persona por pasar por la imagen”, devolver de nuevo la talla del Cristo yacente a su urna. Con ella, la imagen cerrará la procesión del Santo Entierro de Logroño, el próximo Viernes Santo, como es tradición.
EXPOSICIÓN EN SEVILLA
Este año, además, ha sido una cita todavía más emotiva una vez que el Santo Sepulcro de Logroño viajó a Sevilla como pieza central de la exposición del 775 aniversario de la reposición del culto cristiano, tras la toma de la ciudad de Sevilla por el rey Fernando III.
La muestra sevillana estaba organizada por la Fundación Cajasol y la Real Hermandad del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, Triunfo de la Santa Cruz y María Santísima de Villaviciosa.
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