LOGROÑO, 31 (EUROPA PRESS)
Pocas fechas hay que los niños -y no tan niños- esperan con mayor ilusión que el próximo 6 de enero. Un día de nervios, ilusión, magia y esperanza en donde lo importante es, según la profesora de UNIR, María Campo, que los Reyes Magos sepan buscar “un equilibrio” entre “los caprichos” y “las cosas necesarias”.
Como ha reconocido a Europa Press, lo mejor para acertar ese día es “pensar bien en la persona que va a recibir el regalo, conocer sus gustos, intereses y, sobre todo, hacerlo con cariño”. Algo que, como ha indicado, los Reyes Magos “saben hacer muy bien”.
Aunque si bien es cierto que “hemos llegado a un punto en el que todos tenemos de todo y es muy difícil acertar”, el consejo que la profesora del máster en Orientación Familiar de UNIR ofrece a los magos de Oriente es “no regalar por regalar” sino “pensarlo bien antes, con tiempo y no frustrarse si no consiguen un regalo concreto”.
Además, ha dicho, “no siempre hay que ir a lo material o a lo más caro, está claro que hace mucha ilusión pero hay que fomentar otro tipo de regalos, algo manual, simbólico, casero… siempre que se haga con corazón será una buena opción”.
“HAY QUE PROPONER IDEAS, NO EXIGIR”
Ante ello, la profesora de UNIR aconseja también a los más pequeños que, a la hora de escribir la carta a los Reyes Magos, “es bueno explicarles que deben proponer ideas y no exigir. Hay que enseñarles a no querer recibir ‘el’ juguete concreto si no ‘un’ juguete. A veces, los Reyes se vuelven locos buscando productos que ya están agotados o que es muy difícil de encontrar, y los niños deben saber que hacen lo que pueden pero alguna vez es imposible conseguir un determinado juguete”.
“Es difícil porque ahora estamos acostumbrados a darles todo lo que quieren pero es bueno que los niños empiecen a saber que no siempre es posible”. Lo importante -ha indicado- “es enseñar a los niños a agradecer”.
“Si aún con todo el esfuerzo que realizan los Reyes, el niño no obtiene lo que quiere debe agradecerlo igual. A veces es cuestión de expectativas, los niños esperan mucho e incluso no saben lo que quieren y la publicidad no ayuda porque, por ejemplo, algo que han visto por la tele y llega a casa y se decepcionan porque es pequeño, o porque no les gusta… hay que enseñarles a ser realistas, agradecer y que no sean tan exigentes”.
Para la docente de UNIR es fundamental que tanto los Reyes Magos como los niños sepan que hay tres tipos de regalos que son los ideales para estos días. “Un juguete especial que les haga ilusión, otro regalo más emotivo o más especial y con una carga emocional -como puede ser un marco con una foto bonita o una carta- y finalmente algo necesario”.
En este punto, recuerda, “cuando éramos pequeños si necesitabas un jersey, por ejemplo, los Reyes Magos te lo traían pero ahora parece que, como tenemos de todo, no se pueden hacer ese tipo de regalos en Navidad pero no hay solo que regalar caprichos”.
“NO POR TENER MÁS REGALOS VA A SER MÁS FELIZ”
La experta de UNIR reconoce también que “no sabe” cuál es el número perfecto de regalos para ese día porque, como ha dicho, “depende de muchísimas cosas como puede ser del tipo de regalo pero lo que sí es cierto es que no es necesario tener muchos paquetes y en diferentes casas”.
Así, se expresa, “no tienen que tener tantas cosas porque no es para nada educativo y eso no les creará una personalidad ni más fuerte ni más feliz, todo lo contrario, van a pensar que pueden tenerlo todo siempre y eso tampoco es bueno”.
JUEGOS TECNOLÓGICOS Y TRADICIONALES
En otro orden de asuntos, la también licenciada en Pedagogía se ha referido a la necesidad de buscar también un equilibrio entre los juegos tecnológicos y los tradicionales. “Está claro que no puede ser todo blanco o negro, no se puede dejar a un lado las nuevas tecnologías porque tienen muchos valores positivos pero tampoco se puede condensar todo en ellas”.
Los juegos tecnológicos son “buenos” pero a veces “no permiten jugar tanto en familia y los niños se aíslan o se vuelven menos creativos, menos sociales… con los tradicionales se estimula más y se aprende… hay que conseguir equilibrar ambos, ni que los niños estén de espaldas a las nuevas tecnologías ni lo contrario”.
Finalmente, y si el día de Reyes los niños no reciben lo que esperan, la experta de UNIR lo tiene claro: “No hay que montar un drama”. Si pasa eso, indica, “es porque el niño realmente no valora las cosas y no agradece. Está demostrando que le sobra. Hay que trabajar esa decepción”.
“Si de repente está acostumbrado a conseguirlo todo, hay que darle una vuelta a la situación y enseñarle que a veces no es posible. La manera de ayudarle no es ni enfadarse con él, ni dejarle de lado… pero tampoco que esa situación se lleve el centro de atención. Así -finaliza- “nos estamos implicando con ellos para que ese niño sepa valorar la situación, si nos volcamos en su frustración eso es retroalimentar la situación y no favorece a nadie”.
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