LOGROÑO, 30 (EUROPA PRESS)
Alrededor de 1.300 riojanos recién diagnosticados de Glaucoma no siguen los tratamientos adecuadamente. La Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) quiere destacar “la importancia de seguir correctamente los tratamientos y pautas fijadas por los profesionales para evitar el avance de la enfermedad”.
El Glaucoma es una de las enfermedades oculares más comunes y, en La Rioja, se contabilizan alrededor de 3.400 diagnosticados. Uno de sus síntomas más frecuentes es la pérdida progresiva de visión que solo puede frenarse siguiendo las pautas fijadas por los médicos oftalmólogos.
Sin embargo, para la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) resulta preocupante que alrededor del 40% de los recién diagnosticados de esta patología, lo que se traduciría en unos 1.390 riojanos, deciden no seguir adecuadamente dichos tratamientos, conllevando un aumento muy elevado de la pérdida visual. Quizá por este motivo, a día de hoy el Glaucoma sigue siendo la segunda causa de ceguera en el mundo.
“Todo lo que se pierde con el Glaucoma, no se recupera. Este podría ser el mayor motivo por el que los pacientes deciden abandonar o no ser constantes en los tratamientos, porque no sienten una mejoría, no vuelven a ver como antes. Sin embargo, es muy importante saber que mantener estas pautas lo que nos va a evitar es el avance de la enfermedad y, por tanto, de nuestra ceguera, por eso, nunca debemos dejar de lado nuestros colirios y medicamentos”, destaca Joaquín Carratalá, presidente de AGAF.
Por ello, del 17 al 30 de octubre, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) ha decidido realizar una campaña de concienciación, divulgación y explicación, destacando la importancia de seguir de forma exhaustiva y rigurosa y adecuada cada uno de los tratamientos contra el Glaucoma prescritos, los cuales pueden ser médicos (gotas y, en algunos casos comprimidos), quirúrgicos o con cirugía láser.
Bajo el lema ‘Yo me trato y no miento. Sigue los tratamientos’ abogan por mantener el método y el orden en las prescripciones médicas sin engañar a los profesionales sanitarios puesto que el avance de la enfermedad ya les va a denotar que las pautas o no se han seguido o no se han realizado adecuadamente.
La propia Asociación señala que muchas veces los colirios empleados para tratar el Glaucoma tienen efectos secundarios, provocan escozor y enrojecimiento de los ojos generando que muchos pacientes opten por abandonar o no ser constantes en las pautas médicas. Sin embargo, antes de tomar esta determinación, la solución más rápida es conversar fluidamente con el médico para tratar de buscar alternativas y/o elegir un colirio más adecuado.
Por otro lado, el Glaucoma suele afectar de forma más habitual a personas mayores por lo que requieren de la ayuda de un cuidador o de un familiar para la administración de las gotas. Estas personas deben estar, no solo informadas sino también muy concienciadas de la importancia del tratamiento y de la disciplina que requiere para que no avance la enfermedad.
Todas estas situaciones más específicas del Glaucoma hay que unirlas a que cualquier persona que recibe un diagnóstico de una enfermedad, degenerativa y/o crónica, y que supone un tratamiento a largo plazo o de por vida comienza un proceso de duelo que tiene su inicio en la negación o no aceptación de la patología. La reacción más lógica es mantener la rutina diaria y habitual haciendo como si nada hubiese pasado. El problema es que el Glaucoma sigue avanzado y, con él, la pérdida de visión.
Para tratar de mejorar esta situación, desde la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares han elaborado un decálogo para ayudar y guiar a los pacientes a seguir los tratamientos:
Hay que informarse y concienciarse sobre la gravedad del Glaucoma como enfermedad ocular.
Es fundamental la comunicación con el médico, especialmente en cuanto a las molestias que provocan los tratamientos, para intentar encontrar soluciones y conseguir el seguimiento de estos.
La aplicación de las gotas debe ser siempre a una hora concreta y siempre la misma. Cuando son cada 12 horas, hay que intentar administrarlas a horas exactas (por ejemplo, a las 10 de la mañana y a las 10 de la noche). Para esto, son muy útiles las alarmas de los móviles.
En general, el seguimiento de los tratamientos requiere constancia y disciplina. Cuando tenemos conciencia de la gravedad de la enfermedad, es importante ser muy rigurosos a la hora de estar pendientes de los tratamientos. Por tanto, es muy importante hacer campañas para conseguir la adherencia a los tratamientos. Sin eso no se puede luchar contra el glaucoma.
Es importante no mentir ni ocultar a nuestros médicos ningún dato relacionado con el seguimiento de los tratamientos. El avance de la enfermedad va a denotar que no se han seguido las prescripciones o no se ha hecho adecuadamente.
Durante los quince días que durará la campaña, el objetivo de AGAF es abrir una puerta a la concienciación, divulgación y abordaje del problema del seguimiento de los tratamientos en pacientes con Glaucoma. Para ello, esta acción se dividirá en dos partes fundamentales. Por un lado, una acción más informativa y de divulgación que informe claramente sobre los problemas de no adherirse adecuadamente a los tratamientos. Y, por otro, la Asociación también busca la participación del público en general en sus redes sociales y a las primeras 50 personas que envíen una fotografía a la dirección info@asociaciondeglaucoma.es en la que se haga referencia al seguimiento de los tratamientos en el Glaucoma (ej. Poniéndose el colirio) recibirán una camiseta de esta campaña.
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