PALMA, 27 (EUROPA PRESS)
Un extrabajador del grupo Cursach que posteriormente abrió un local en el Paseo Marítimo de Palma ha asegurado que, cuando se desligó, tuvo problemas con su nuevo establecimiento. “Me buscaron la ruina”, ha dicho ante el Tribunal.
Durante su declaración en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares, el testigo ha explicado que tuvo que traspasar su establecimiento a una tercera persona que finalmente no le pagó.
Asimismo, ha manifestado que, cuando todavía tenía la propiedad, los agentes de la Patrulla Verde de Palma aparecían de paisanos y “todas las veces” le obligaban a apagar la música, sacar a la gente fuera y encender las luces. “Había uno que siempre era el mismo”, ha asegurado.
Por otro lado, el testigo ha señalado que recibió una llamada del fiscal Miguel Ángel Subirán “porque quería corroborar si Cursach me había mandado policías y lo negué”. Además, ha destacado que Subirán “no le obligó” a testificar cosas concretas, sino que “sólo estaba tanteando qué era lo que sabía”.
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