Desde su puesta en marcha en noviembre se han abierto 12 protocolos, todos ellos en Mallorca, nueve en primaria y tres en secundaria
PALMA, 27 (EUROPA PRESS)
Una nueva herramienta digital de la Conselleria de Educación y Universidades permite a los docentes de Baleares alertar de las agresiones, amenazas y coacciones que puedan sufrir en los centros educativos a manos tanto de los alumnos como de personas relacionadas con ellos, como sus familias.
Según ha explicado en una rueda de prensa el conseller del ramo, Antoni Vera, esta es una de las principales herramientas a disposición del personal docente que incluye el nuevo protocolo de actuación en casos de agresiones en los centros presentado este viernes.
Este servicio, al que se puede acceder desde la intranet que emplean los docentes, el GestIb, permite que las propias víctimas o un testigo alerte de agresiones –físicas, verbales o incluso sexuales–, abusos, intimidaciones, coacciones o amenazas sufridas tanto dentro, como fuera de las instalaciones educativas, siempre que estén relacionadas con el ejercicio de sus funciones.
En concreto, según el documento del protocolo, se incluyen aquellos hechos que puedan ser constitutivos de un delito de lesiones, de odio –por motivos racistas, antisemitas, antigitanos o por ideología, religión, creencias, género u orientación sexual– o contra la libertad, el honor o el patrimonio, así como los que se puedan cometer en el ámbito digital. Que el autor sea inumputable no será motivo para no abrir un protocolo.
Desde su puesta en marcha en noviembre se han abierto protocolos por 12 casos de agresiones, todos ellos ocurridos en centros de Mallorca, nueve de educación primaria y otros tres de secundaria, y siguen en tramitación.
El nuevo documento, elaborado por el servicio de prevención de riesgos laborales de la Conselleria en colaboración con las organizaciones sindicales, se ha redactado en cumplimiento del acuerdo marco sobre medidas sociolaborales y mejoras educativas de 2023.
Además, ha detallado Vera, con él el servicio de prevención de riesgos laborales ha integrado el riesgo de agresión en la evaluación que realizan en los centros educativos, que hasta ahora no se contemplaba. Así, además de colaborar de forma directa con las direcciones de los centros para diseñar e implementar medidas de prevención, esta información se trasladará a los docentes en el marco de su formación en riesgos laborales.
“El objetivo final es reforzar el compromiso con la seguridad, la protección y el bienestar de los docentes en Baleares. Uno de los grandes trabajos que tenemos por delante en 2025 es llegar a un gran acuerdo de dignificación de la función docente”, ha señalado el conseller.
LA RESPUESTA A UNA AGRESIÓN
Según ha explicado uno de los artífices del protocolo, el hasta ahora –pues se ha jubilado recientemente– jefe del servicio de prevención de riesgos laborales, Rafel Castell, cuando un docente notifique una de estas agresiones a través de la aplicación se redirigirá a los servicios jurídicos de la Conselleria.
Éstos, a su vez, trasladarán la información al servicio de prevención, a la inspección educativa y a los delegados de prevención. Una vez estudiado el caso, ha incidido, se decidirá qué acciones se pueden llevar a cabo. En el caso de que sea necesario, podría intervenir la Abogacía autonómica.
Además, el protocolo también contempla medidas más inmediatas, como la intervención de la inspección educativa para decidir si se expulsa al alumno agresor o se le cambia de aula o de centro. “Esta decisión se debe tomar en días, no se puede dilatar en el tiempo. Otra cosa es el proceso jurídico o administrativo posterior”, ha puntualizado Vera.
También establece el procedimiento que los docentes deben seguir en el momento inmediatamente posterior a ser víctimas de algunos de estos tipos de agresiones, tanto a nivel médico, como psicológico. Los servicios jurídicos, además, les orientarán para determinar si es necesario interponer una denuncia ante las fuerzas de seguridad. Hasta ahora, ha expuesto, esta actuación “quedaba en el aire”.
Educación recomienda a las posibles víctimas que mantengan la calma, que traten de contener la situación, que soliciten la presencia de un compañero si así lo consideran necesario, que recopilen pruebas de agresión y que informen al equipo directivo del centro.
Vera, en cualquier caso, ha negado que se pueda hablar de un “ambiente violento” en los centros educativos de Baleares ni de que se trate de una problemática al alza, aunque sí de episodios de “conflictividad” en algunos de ellos. “Cada vez los centros que han tenido más casos están bajando los niveles de conflictividad, que es lo importante”, ha subrayado.
Hasta ahora, ha ahondado, ha sido el Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar (Convivèxit) el que ha intervenido en estos casos “mínimos” de conflictividad y han conseguido reducirlos.
El conseller ha hablado de “dos o tres centros” en los que el nivel de conflictos es superior al resto, en algunos de los cuales, a raíz de casos anteriores, se han tenido que implementar medidas de como la instalación de sistemas de videovigilancia o la contratación de personal de seguridad.
Según se recoge en el protocolo, entre las medidas de prevención se contempla la posibilidad de que, si es necesario y así se acuerda entre la dirección del centro y la Conselleria, se puedan implementar este tipo de medidas de seguridad.
“HAY COSAS QUE NO HABÍAMOS VIVIDO NUNCA”
En la presentación han estado presentes los representantes de los sindicatos que han colaborado en la redacción del protocolo, como son el STEI, ANTE, UOB, UGT, CCOO, USO y SIAU. La presidenta de la Junta de Personal Docente de Mallorca, Catalina Bibiloni, ha señalado que, hasta la implementación de esta herramienta, los avisos se redactaban de forma manual, lo que implicaba una carga burocrática añadida para los docentes.
No obstante, en el marco de los trabajos para su elaboración, conocieron el sistema que emplean en la Conselleria de Salud, también telemático, y optaron por adaptarlo a sus necesidades.
Este método, ha dicho, puede ser que ayude a aflorar nuevos casos de agresiones a docentes que hasta ahora no se habían notificado, bien por este motivo o por la “vergüenza” que sienten al interponer una alerta.
Además, Bibiloni ha considerado que, del mismo modo que ocurre en el ámbito sanitario, este sistema de prevención y denuncia puede actuar de forma “disuasoria” y “desincentivar la conducta agresiva” de los alumnos o de su círculo cercano.
Sobre los 12 protocolos activados en los últimos casi dos meses, la presidenta de la Junta Docente ha puntualizado que existe un desfase entre éstos y los casos de agresiones de los que tiene conocimiento el servicio de prevención, que son 20. Es decir, hay ocho docentes “que no se acaban de decidir a dar el paso” de emplear esta nueva herramienta de denuncia.
“Porque su mentalidad es de secuestro, de no querer perjudicar a los alumnos. Hay cosas que no habíamos vivido nunca que ahora se dan. Es un cambio que hay en la sociedad en estos momentos”, ha sentenciado.
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