PALMA, 21 (EUROPA PRESS)
El sindicato de funcionarios de prisiones ‘Tu abandono me puede matar’ ha convocado este viernes al mediodía una concentración frente a la Delegación del Gobierno en Palma por la cocinera asesinada en una cárcel catalana.
“Es una concentración de apoyo y solidaridad a los compañeros de Cataluña por la muerte de nuestra compañera Nuria, que fue asesinada por un interno”, ha explicado a Europa Press el coordinador del sindicato en Baleares, Ignacio Navazo. Con el lema ‘Todos somos Nuria’ los trabajadores buscan “condenar un terrible suceso” que esperan “que no vuelva a suceder nunca más”.
El coordinador balear ha recalcado que todos los funcionarios de prisiones sufren agresiones a diario, con “insultos, escupitajos, amenazas y coacciones” que no aparecen reflejados en las estadísticas.
Por ello, con la concentración, ‘Tu abandono me puede matar’ reivindica nombrar a estos trabajadores como agentes de la autoridad, con las consecuencias penales que ello implica. Desde la organización han lamentado que el trámite parlamentario se quedara paralizado en el Congreso en la anterior legislatura, un retraso del que responsabilizan al PSOE.
El sindicato también pide que estos trabajadores sean considerados como profesión de riesgo. “Somos el colectivo con mayor número de agresiones, en promedio estamos en una cada 16 horas y el último año superamos las 500. Nuestra vida corre peligro día a día en el ejercicio de nuestras funciones”, ha subrayado Navazo.
Por último, los funcionarios de prisiones reclaman mejoras en la dotación de personal, asegurando que hay sin cubrir unas 3.000 plazas en toda España, así como medios materiales. “Estamos abandonados, en definitiva”, ha rematado el coordinador del sindicato en Baleares.
“Trabajar en la prisión es trabajar en un medio hostil, y como es un mundo cerrado no trasciende a la opinión pública”, ha lamentado, insistiendo en que lo que piden es un reconocimiento como empleados públicos con “dignidad”.
INTERNO POR OTRO ASESINATO A CUCHILLADAS
El autor del crimen en la cárcel de Mas d’Enric cumplía una condena de 11 años tras confesar que mató a una prostituta a cuchilladas en 2016.
Desde que entró a prisión en abril de aquel año hasta febrero de 2018 trabajó en talleres productivos de la prisión y acudió a actividades artísticas y de deporte.
El preso tenía pendiente una sanción de 11 días en aislamiento por dar un puñetazo a otro recluso que lo había insultado el 31 de octubre.
Tras la agresión al otro preso pasó dos meses apartado de la cocina, pero la sanción no se había ejecutado cuando mató a la jefa de cocina la semana pasada.
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