En total en Baleares se encienden 103 puntos. En España más de 180 localidades iluminan sus torres por los migrantes y refugiados
PALMA, 25 (EUROPA PRESS)
Un total de 96 torres, talaies y talaiot se han iluminado en Mallorca este sábado por los derechos humanos, cifra que eleva a 103 los puntos encendidos en Baleares. En total, en España más de 180 localidades han iluminado sus torres por los migrantes y refugiados.
En una nota de prensa, el Consell ha informado que un total de 96 torres, talaies y talaiots se han iluminado en Mallorca este sábado por los derechos humanos. La institución insular ha celebrado esta jornada la novena edición del encendido de elementos patrimoniales en la isla con la participación de otras ciudades de España y otros países del Mediterráneo, como Cataluña, Aragón, la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Marruecos, el Líbano y Túnez.
Esta novena edición se ha celebrado este sábado, 25 de enero, en dos turnos: el primero, por la mañana, a las 13.00 horas, y otro, por la tarde, a las 18.30 horas. Este año han participado 96 puntos de todo Mallorca, cifra que supone un 15 por ciento más de participación que el año pasado.
La vicepresidenta del Consell y consellera insular de Cultura y Patrimonio, Antònia Roca, ha sido la encargada de abrir el acto. Roca ha asegurado que la institución insular continuará organizando esta iniciativa que tiene como objetivo concienciar y sensibilizar a la población sobre la tragedia humanitaria que se vive en el Mediterráneo, donde “miles de personas se ven obligadas a huir de sus países de origen, arriesgando la vida en peligrosos viajes por mar, con la esperanza de encontrar un futuro mejor”. “El Encendido de torres, talaies y talaiots es una manera de dar luz a la difícil situación de todos los que arriesgan o pierden la vida en el Mediterráneo”, ha valorado al respecto. Además, la vicepresidenta ha destacado que, esta iniciativa, pretende, también “recobrar las torres, talaies, talaiots y fortificaciones como patrimonio histórico y cultural existente en todos los territorios del Mediterráneo”.
Este año, Amnistía Internacional ha sido la entidad que se ha encargado de la redacción del manifiesto que se ha leído antes de dar el sus al encendido simultáneo de las 96 torres, talaies y talaiots que han recreado en la isla de Mallorca la comunicación visual que tenía lugar antiguamente entre las torres de vigilancia, cuando eran un recurso de autodefensa y que, con esta acción, se convierten por un día en faros de acogida que muestran el camino de llegada a quienes navegan por el Mediterráneo buscando una vida mejor.
En los últimos años, el acontecimiento ha cogido fuerza y cada vez son más los lugares que participan. De este modo, aparte de toda Baleares –Mallorca (con 96 puntos), Menorca (con cinco puntos: a las 13.00 horas el castillo de Sant Antoni de Fornells y en la ermita de Ferreries, y, a partir de las 18.30 horas, en el convento de Sant Diego de Alaior, en el castillo de San Nicolau de Ciutadella y en el puente de Santo Roc de Maó) e Ibiza y Formentera (con un punto cada una, a las 13.00 horas se han encendido la Torre donis Carregador (o de la Sal Rossa), en Sant Josep de sa Talaia, en Ibiza, y la Torre de Sa Punta Prima, en Es Pujols, Formentera–, se han añadido otros territorios como Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana y Andalucía, así como países del norte de África y de Oriente Medio. Este crecimiento ha sido posible gracias a la participación de diferentes sectores de la ciudadanía, ayuntamientos, empresas privadas, organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico.
La iniciativa surgió en Mallorca en el año 2016, cuando un grupo de docentes del Instituto de Educación Secundaria Marratxí y la Sociedad Balear de Matemáticas SBM-XEIX hicieron una acción para volver a hacer posible la conexión visual entre las torres con motivo de la conmemoración del IV centenario de la muerte de Joan Baptista Binimelis, matemático y autor del sistema de señales de fuego y humo que fue utilizado desde el siglo XVII.
El motivo inicial de este acontecimiento, por tanto, fue el de la recreación histórica, por un día, de la función de comunicación visual de estos elementos patrimoniales culturales. Finalmente, ante la situación de la migración, se decidió hacer una reflexión sobre este problema e imaginar que el fuego y el humo de las torres el día del encendido eran la luz que muestra el camino a un puerto seguro.
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