El 40,2% de las personas sin hogar en el archipiélago son mujeres, frente al 23,3% de la media española
PALMA, 23 (EUROPA PRESS)
El 59 por ciento de las personas sin hogar en Baleares en 2022 tenía más de 45 años, una situación que además ha aumentado un 148,4 por ciento en la franja de mayores de 64 años.
Así lo ha destacado este jueves en la Comisión de Asuntos Sociales, Derechos Humanos y Deportes la directora general de Provivienda, Gema Gallardo, quien ha detallado que 488 personas llevan más de un año en situación de sinhogarismo en las Islas, un 83,8 por ciento del total, un dato “muy elevado en relación a la media nacional”, que es del 40 por ciento.
Por otro lado, ha apuntado que el 40,2 por ciento de las personas sin hogar en el archipiélago son mujeres, frente al 23,3 por ciento de la media española.
En este sentido, la experta ha recordado que el término de sinhogarismo rodea cuatro categorías específicas –sin techo, sin vivienda, sin vivienda segura y sin vivienda adecuada–, y que su comparecencia se ha centrado en el primer concepto, que contempla situaciones como vivir en la calle o pernoctar en un albergue pero estar forzado a pasar el día en espacios públicos.
Durante su intervención, también se ha referido a la exclusión residencial en Baleares, a la que ha achacado una serie de factores. Entre ellos, se encuentra el aumento del 5,9 por ciento del precio de la vivienda desde 2021; que el 16,1 por ciento de los hogares está en situación de pobreza energética; que el precio medio del alquiler en Baleares es de 644 euros; que sólo el 17,5 por ciento de los jóvenes se ha podido emancipar o los 1.209 desahucios practicados en el archipiélago en 2022.
Además, el 8,1 por ciento de los hogares presenta un retraso en el pago de las hipotecas o del alquiler en los últimos 12 meses y las personas destinan una media del 56,9 por ciento de su salario al pago del alquiler, según ha concretado la directora general de Provivienda.
Por todo ello, ha contemplado que “el sinhogarismo es principalmente un problema de vivienda, por la dificultad de acceso que existe, por la falta de vivienda asequible, por la falta de parque público o por la precariedad laboral y del sistema de atención a las personas sin hogar”.
“La solución empieza por la vivienda, que es el núcleo para tejer relaciones sociales y proteger nuestra vida y salud”, ha insistido Gallardo.
RESPUESTAS AL SINHOGARISMO
Durante su intervención, la experta se ha detenido en dos medidas para solucionar la situación de sinhogarismo, como son el Housing First y Housing Led.
Sobre la primera, ha valorado que proporciona una vivienda “asequible y permanente” desde el inicio. Además, va dirigida a personas que llevan una mayor trayectoria temporal en situación de calle, atendiendo también a otros factores como las adicciones, problemas de salud mental o discapacidades.
Con esta herramienta, entre 2019 y 2022 han sido atendidas 130 personas –56 mujeres y 74 hombres–, y se han registrado 64 salidas por consecución de objetivos. La media de estancia de este programa es de 17,15 meses.
Por su parte, la herramienta Housing Led trabaja con personas que no tienen un marco temporal largo de sinhogarismo y pueden o no sumar factores de inclusión. En este caso, la intervención se suele hacer en viviendas compartidas.
También entre 2019 y 2022 este método ha atendido a 61 personas –14 mujeres y 47 hombres–, y se han registrado seis salidas autónomas y una que está en proceso.
Ambos enfoques son una alternativa al modelo tradicional, conocido como ‘la escalera’, por el que las personas tenían que ir demostrando la adquisición de competencias que dieran señales de su capacidad para mantenerse de forma autónoma en una vivienda. “Ahora damos la vuelta a este modelo, porque lo primero que se ofrece es la vivienda”, ha reiterado.
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