PALMA, 27 (EUROPA PRESS)
El golpe de calor en mascotas es una de las urgencias veterinarias más frecuentes en Baleares, tanto por el clima en las Islas como por las razas con mayor prevalencia en el territorio.
Así lo explican expertos del Colegio Oficial de Veterinarios de Baleares (Covib) a Europa Press, destacando que la mortalidad de este síndrome se encuentra en torno al 50 por ciento en medicina veterinaria.
Según detallan estos profesionales, las situaciones que pueden provocar un golpe de calor son la falta de climatización, el confinamiento en zonas mal ventiladas, una humedad elevada, la falta de agua, así como la disminución de capacidad para respirar, enfermedad cardiaca o convulsiones, entre otras.
El ambiente cálido y húmedo junto a hacer ejercicio son las dos causas más importantes del aumento de la temperatura en las mascotas, que pueden desembocar en un golpe de calor. Así, es frecuente en Baleares que los animales sufran esta urgencia debido a las altas temperaturas y a las olas de calor que se están registrando este verano.
Asimismo, el golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal del animal es superior a los 39,2 grados. A partir de aquí, se reconocen tres tipos de síndrome asociada a daño por calor, como son calambres por calor, cansancio por calor y el golpe de calor.
En esta línea, el golpe de calor o hipertermia se puede detectar cuando la mascota presenta calor por estrés, que hace que tenga sed y alteraciones hidroelectrolíticas. En este caso, se debe evitar hacer ejercicio.
Por otro lado, puede ser que la mascota sufra un desmayo por calor, entonces, presenta mucha sed, debilidad, ansiedad, síncope y malestar general. A partir de aquí, puede desencadenar en un golpe de calor cuando se altera el sistema nervioso central. Además, el golpe de calor también puede estar relacionado con la actividad física intensa.
AMBIENTE FRÍO Y MOJAR A LA MASCOTA CON AGUA
Así pues, cuando se detecta que el animal puede haber sufrido un golpe de calor, el dueño debe trasladar a su mascota a un ambiente más frío o con aire acondicionado, mojarla con agua a temperatura ambiente y colocarle un ventilador delante. Sin embargo, en gatos no se recomienda esta última medida, puesto que les puede provocar mucho estrés.
Otra de las recomendaciones es rasurar el exceso de pelo del animal, y no se aconseja colocar bolsas de hielo directamente sobre la mascota, ya que le pueden quemar la piel y dificultar la disipación de calor de su cuerpo. Si la mascota no mejora, es recomendable trasladarla al veterinario.
A la hora de diagnosticar un golpe de calor en un mascota se debe tener en cuenta la raza, puesto que las braquicefálicas, como el Carlino, el Bóxer, el Bulldog o el Pequinés, entre otros, están más predispuestas a sufrir golpes de calor. Además, hay que tener en cuenta las condiciones ambientales donde vive el animal y cualquier otro tipo de condición médica.
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