
CCOO cree que la vivienda será el “principal elemento” de la próxima crisis económica de Baleares
Los jóvenes asumen que serán la primera generación desde la Guerra Civil que vivirán peor que sus padres
PALMA, 14 (EUROPA PRESS)
El presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Baleares, José Luis Artieda, ha reclamado a las fuerzas políticas que lleguen a consensos amplios para articular las medidas necesarias para hacer frente a la crisis de acceso a la vivienda.
Así lo ha expuesto en la segunda de las mesas de diálogo, bajo el título ‘Contexto balear: diálogo sobre políticas de vivienda’, que el PSIB ha organizado para recoger propuestas en materia de vivienda de cara al 15 congreso del partido.
Artieda, el primero en intervenir, ha sostenido que si la vivienda se quiere considerar “el quinto pilar del bienestar social”, se le debe dar un cariz de “imperiosa necesidad” a poner solución a la problemática actual.
“Hay que crear un marco general común con consenso de todos los partidos políticos. Es importante, sino no conseguiremos nada. Ahora mismo lo único que podemos hacer es poner parches, si no se hace una estrategia a largo plazo no arreglaremos el problema”, ha indicado el presidente de los agentes inmobiliarios.
En esa línea, ha instado a cambiar la visión que se tiene de la vivienda, de un “bien de mercado especulador a un bien de primera necesidad”. “Es algo que tenemos que empezar a inculcar”, ha insistido Artieda, quien ha enumerado algunos de los factores que –a su juicio– hacen que la situación en el Baleares sea especialmente sangrante.
A gran escala, y citando datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ha destacado la insuficiencia del número de viviendas para dar cabida a toda los sus habitantes –652.000 frente a 1,2 millones–, el elevado precio medio del metro cuadrado –3.700 euros, una subida del 9,6% respecto al año pasado–, los salarios por debajo de la media nacional, la incursión de extranjeros en el mercado o la inadecuación de los inmuebles a las unidades de convivencia que predominan actualmente.
“El mercado tiene que adaptarse a las tipologías de las necesidades que hay: jóvenes, familias monoparentales… Tiene que ir por ahí”, ha subrayado.
También ha lamentado la falta de vivienda social, algo que ha considerado que se ha “abandonado”. “En la década de los 80 se construyeron 15.000; en la de los 90, 9.000; en los 2000, 4.000; y no voy a seguir para no herir sensibilidades”, ha ironizado.
LA PRÓXIMA CRISIS SERÁ LA DE LA VIVIENDA
Otro de los integrantes de esta segunda mesa de diálogo ha sido el secretario general de CCOO en Baleares, José Luis García, quien ha vaticinado que la próxima crisis económica que sufra el archipiélago tendrá como principal elemento la vivienda.
“No podemos crecer económicamente ni asumir la actividad económica de nuestro modelo productivo con los precios actuales de la vivienda. O hay intervención pública del mercado o pagaremos las consecuencias, ya las estamos pagando”, ha dicho.
En las Islas, ha sostenido, se dan las condiciones para “la tormenta perfecta”: un modelo productivo estacional y basado en el turismo y un lugar atractivo para establecer una segunda residencia.
“Eso nos llevará, ya lo estamos viendo, a que la gente cuando se jubile se tenga que ir de Baleares. Pero empiezan a haber trabajadores que se tiene que ir. Vivimos un nuevo esclavismo en el mundo laboral fruto de esa falta de acceso a la vivienda”, ha sentenciado García.
Sobre esto mismo se ha pronunciado el secretario general de UGT-Servicios, José García Relucio. “El problema de la vivienda, en los sectores de la hostelería, la restauración y el ocio nocturno, está pasando la frontera para convertirse en un problema de alojamiento”, ha advertido.
Así, ha expuesto los casos — que “no son ciencia ficción”, ha apostillado– de trabajadores de estos sectores, principalmente en Ibiza pero también en Mallorca, a los que a cambio de trabajar los fines de semana u horas extra se les ofrece la posibilidad de vivir en habitaciones compartidas.
También ha lamentado la falta de predisposición de los empresarios del sector turístico a ofrecer salarios dignos a las personas jóvenes o que se incorporan al mercado laboral, lo que acrecenta sus dificultades para acceder a una vivienda. “Consideran que pagan demasiado a sus trabajadores, que 1.300 o 1.400 euros es demasiado”, ha reprochado.
LOS JÓVENES CREEN QUE VIVIRÁN PEOR QUE SUS PADRES
El presidente del Consell de la Joventut de Baleares, Pau Emili Muñoz, ha aportado la perspectiva de los jóvenes ante la crisis de la vivienda y se ha mostrado convencido de que serán la primera generación desde la Guerra Civil que vivirá peor que sus padres.
“No podemos elegir si tener hijos o no, tener una casa o no, independizarnos o no, dejar un trabajo que es precario parta buscar uno mejor… Tienes lo que te toca, porque la situación está tan mal que o trabajas de forma precaria o no trabajas”, ha expuesto.
También se ha referido a las alabanzas de algunos de los intervinientes que le han precedido acerca de la ley de vivienda autonómica, que data de 2018.
“Es verdad que es muy buena, pero si se le dices a cualquier joven de Baleares que no se la haya leído no se lo creería. ¿Cómo puede ser que tengamos una ley tan buena y que la situación esté como está?”, se ha preguntado.
“Si el resultado es que tenemos la peor situación en materia de vivienda con Madrid quiere decir que o la ley no es tan buena o que la situación es suficientemente grave para que no funcione como debería funcionar”, ha esgrimido.
DESAHUCIOS POR FINALIZACIONES DE CONTRATO
La abogada de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas Gloria Olmos, por su parte, ha puesto de relieve la problemática a la que se enfrentan las familias de clase media con las renovaciones de sus contratos de alquiler, una tipología de casos que –ha asegurado– cada vez encuentran más.
Así, ha puesto por ejemplo, una familia monoparental a la que le intenten subir el precio del alquiler hasta los 1.500 euros, cuando cobra entre 1.800 y 2.000, les supone la imposibilidad de firmar una prórroga del contrato.
“Se ven desahucios por finalizaciones de contrato, y que no se van. Y no porque sean ‘inquiokupas’, porque siguen pagando el alquiler, sino porque no encuentran otro sitio porque no hay alquileres a unos precios razonables”, ha explicado Olmos.
Asimismo, la letrada ha llamado a poner en marcha todos los mecanismos a disposición de las administraciones públicas para tratar de hacer frente a la crisis, pues a su juicio ahora falta voluntad para ello, y a no olvidar la “función social” de la vivienda.
“Los trabajadores tienen que vivir en algún sitio. Si no, las camareras de pisos no podrán ir a los hoteles, y los hoteles no funcionarán. También tienen que poder residir aquí las azafatas, los médicos, los profesores…”, ha zanjado.
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