MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, señaló este miércoles acerca de la reducción de la jornada laboral de 40 horas que es “mucho más interesante” centrarse en reducir la jornada total de horas “sin rigideces” en vez de apostar por la jornada laboral de cuatro días porque en esta se puede acabar trabajando de manera “rígida” y “hacer jornadas de 10 horas”.
Así lo indicó en la inauguración del encuentro ‘Generación de Oportunidades en Femenino’, organizado por Europa Press y McKinsey & Company y donde subrayó que la jornada de trabajo es “el reto de este siglo”.
Díaz aseguró que España “avanza sin duda hacia una reducción de la jornada máxima”, que lleva 100 años fijada en 40 horas semanales, y recordó que ya existen “muchos” convenios colectivos que establecen jornadas menores.
Subrayó que este tipo de jornada “funcionan” porque “no han mermado la productividad” allí donde se han establecido y aseguró que las empresas deben “garantizar el derecho al propio tiempo” estableciendo “sistemas organizativos” que impidan que las personas “renuncien a su tiempo personal”. “El tiempo personal para cuidar, para formarse, para tener proyectos repercute en el beneficio de la propia empresa”, subrayó.
Al respecto de la formación de los trabajadores, la ministra de Trabajo aprovechó para afirmar que “se está ultimando” el Estatuto del Becario en la mesa de diálogo social y se mostró “convencida” de que “va a transformar un ámbito deudor de demasiadas injusticias hacia las personas que se están formando”. “Espero que en pocos días la mesa de diálogo social culmine sus tareas, llevan un año de negociación”, explicó.
“Tenemos que comprometernos condiciones dignas para esas personas jóvenes que van a ingresar en nuestro mercado laboral”, agregó Díaz, recalcando que es un “deber ético otorgarle esperanza a nuestra juventud y la certeza de que van a llegar a un lugar seguro a un lugar amable en el que podrán aprender”.
Por otro lado, subrayó la inspección de trabajo que se llevó a cabo hace varias semanas en las grandes consultoras y auditoras del país señalando que han tenido “repercusión internacional” y “han alimentado un debate muy interesante”. También señaló que el “próximo gobierno” se tendrá que “tomar en serio” un proceso de “racionalización de los tiempos” en el que se convocan reuniones a nivel político, recogiendo el trabajo de la expresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
IGUALDAD EN LAS EMPRESAS
Sobre los planes de igualdad que las empresas de más de 50 trabajadores están obligadas a diseñar, puso en valor aquellos que “hacen que despegue la dimensión social e igualitaria de las empresas” y no los que se lo toman como un “mecanismo obligado” del Gobierno. En este sentido, aplaudió a quienes entienden la “dimensión” de estos planes y extraen “toda la potencialidad” para atajar la segregación de género.
Según Yolanda Díaz, se produce una brecha “atávica de doble cara”, ya que, aunque la segregación vertical, es decir, la que se refiere la brecha de género es “la más visible”, es la “horizontal”, con puestos de trabajo “masculinizados y feminizados”, la que tiene más matices.
Además, aprovechó para reconocer que olvidaron durante la configuración de la obligatoriedad de estos planes a la economía social y aseguró que esta cuestión será “corregida” en próximas normas para asegurar que la igualdad llegue también al cooperativismo.
Yolanda Díaz partió de que es misión de los poderes públicos “generar confianza y oportunidades”, en particular que la igualdad sea real y efectiva, y citó el artículo 9.2 de la Constitución, que parafraseó conminando a esos poderes públicos a que no pongamos pretextos para que esos derechos sean reales y efectivos”.
Una vez más, presumió de la forma en que este Gobierno ha afrontado las crisis derivadas del coronavirus y la guerra de Ucrania de un modo opuesto al de Mariano Rajoy con la derivada de la crisis financiera de 2008. “Esta vez las políticas públicas no han sido las damnificadas. Lo social no es lo que sobra, lo que se puede recortar cuando vienen mal dadas, sino una garantía de recuperación”, contrapuso.
En esa línea, y conectando ya con el tema de su conferencia, Díaz prosiguió que “la igualdad tampoco es lo que sobra”, reivindicó que la brecha salarial ha disminuido 3,7 puntos desde 2018 y alertó contra los “sesgos de la reproducción de estereotipos” que perjudican a las mujeres y se perpetúan “a veces por puro desconocimiento”.
Justificó esa defensa de las mujeres “no porque llevemos en nuestro ADN ningún valor especial”, algo que confesó que no cree que sea así, sino “porque tenemos el derecho a cumplir nuestras expectativas y a aportar lo que somos como personas”, así como a “reivindicar el derecho a estar arriba, donde se toman las decisiones”.
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