MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
La candidata de Sumar a la Presidencia del Gobierno, Yolanda Díaz, estableció este viernes que “la cultura no puede ser instrumentalizada por nadie” y dio a entender que, al menos en parte, culpa a la izquierda de hacerlo. “Soy una persona de izquierdas, pero no podemos tener instrumentalizaciones ni injerencias del poder político”, advirtió.
Lo hizo en su intervención en un acto de campaña dedicado al sector de la cultura, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y al que asistieron, entre otros, los directores de cine Pedro Almodóvar, Agustín Díaz Yanes y el actor Carlos Bardem. Díaz comenzó dando las gracias colectivas, como país, al sector cultural, y pidió disculpas como Gobierno por “un país inacabado”, porque la mayor parte de las leyes sobre el sector son de los años 80, lo que implica “un absoluto descuido”.
Ella, esgrimió, ha empezado aprobando el Estatuto del Artista pero quiere ir más allá. Describió la cultura como instrumento de “igualación social”, y “el baluarte mejor que tiene nuestro país” , y definió como “un derecho” el derecho a pensar, a emocionarse, a reír o a sufrir, porque es “lo que nos hace humanos”.
Ahora bien, advirtió de que “la cultura no puede ser instrumentalizada por nadie”, tampoco por la izquierda. “No podemos tener instrumentalizaciones ni injerencias del poder político”, alertó, y acto seguido se dirigió a los espectadores del sector para decirles: “Si molestáis mucho nos hacéis pensar y nos hacéis un país mejor”.
Seguidamente, enumeró algunas de las medidas en materia de cultura contenidas en el programa de Sumar, y que opuso al binomio PP-Vox. Como base, subrayó que “los recursos públicos están para la cultura también”, igual que lo están para otras cosas. Lo argumentó señalando que, después de comer, “no hay nada más fundamental” que el “alimentarnos como seres humanos”.
“¡Basta ya, las gentes de la cultura tienen derecho también a acceder a los recursos públicos!”, exclamó, negándose al marco de “cultura subvencionada” que acusó a la derecha de querer imponer. Es más, subrayó que una de las propuestas de Sumar es habilitar una casilla en la declaración del IRPF para que los contribuyentes puedan destinar una parte de sus impuestos al sector. Esto, a su juicio, permitirá “visualizar la democracia y la cultura”.
FEIJÓO Y ARENGA AL VOTO
En su segunda intervención, alertó de que la libertad “está en riesgo” el domingo y que hay que ir a votar “para ser como nos dé la gana”. Y, fuera del tema del evento, arremetió contra el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, al decir, como varias veces en campaña, que su aportación ha sido meter a la ultraderecha en el Gobierno y “la mentira, la censura y el pisoteo de los derechos de las mujeres”.
Ya en su arenga al voto, la candidata de Sumar reiteró su mensaje de que “cambió todo esta semana”, con “las mentiras de Feijóo, el narco de Feijóo y el debate a tres”, y animó a sus simpatizantes: “Podemos ganar, es verdad, es que tengo datos. Podemos ganar, por eso están nerviosos, os pido un esfuerzo final”. “Tomémonos en serio la libertad. Ganamos si votamos con la libertad en nuestra cabeza y, lo más importante, en el corazón. La gente se está moviendo, la gente les está viendo; son así, no tienen trampa ni cartón”, diagnosticó en alusión al PP y Vox.
La coordinadora del programa de Sumar y eurodiputada, María Eugenia Rodríguez Palop, comenzó diciendo que hoy el derecho a la cultura es lo que fue el derecho a la salud en el siglo pasado, y que en la pandemia el sector fue un espacio de cohesión y reencuentro. Presentó el concepto de cultura como bien común, como algo “transformador” y “revolucionario”, y por eso reclamó una protección especial, cuando, en realidad, adolece de precariedad laboral. En su intervención inicial, situó como adversarios de la cultura al capitalismo, el patriarcado y el colonialismo y, al final del acto, pronunció la última frase del evento: “Espero que los actos de hoy no sean los últimos de una democracia saneada”.
Por su parte, Getsemaní Marcos, ex directora general de Cultura del Gobierno municipal de Manuela Carmena en Madrid y ahora coordinadora del tema en el programa de Sumar, dijo que los tres pilares del programa cultural de la coalición son “derechos, industria y diversidad”. Además, presentó la cultura como “política social” porque “sin cultura no hay igualdad”, y justificó el pacto de Estado en esta materia que reclama el sector cultural por su vulnerabilidad a los cambios de Gobierno.
Su crítica a las condiciones laborales del mundo cultural y las de contratación y subvenciones por parte de las administraciones públicas con sus “abusos de poder” e “inseguridad jurídica” desató un inmediato aplauso de los asistentes, y también la que hizo a lo que percibe como “un ambiente de intimidación” que lleva primero a la autocensura y luego “a lo que ya sabéis”. Y remató que Sumar quiere que haya un Ministerio de Cultura, pero “eficaz” y “dotado de recursos”.
El guionista y escritor Bob Pop comenzó atacando la dicotomía entre cosas de comer y cultura, señalando que ésta “genera posibilidades de ser y hay que invertir en eso”. Pero a la vez situó enfrente al fascismo y alertó contra la “ola de censura” que atribuye a la derecha y la precariedad y la bajada de honorarios que provocará, que condenará supuestamente a los creadores a depender de promotores privados. La también escritora Alana Portero partió de que los trabajadores de la cultura son clase obrera, entre la que además el 90% están en paro.
- Te recomendamos -