MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El exseleccionador femenino Jorge Vilda declaró este miércoles en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, no le pidió convencer a Jenni Hermoso y a su familia de que grabara un vídeo para restar importancia al beso en la boca que el directivo le dio en la celebración de la victoria en el Mundial de Australia y negó haber hablado al hermano de la jugadora de posibles “consecuencias” si se negaba.
En este juicio, la Fiscalía pide dos años años y medio de cárcel para Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones. Para los otros tres acusados, Jorge Vilda, Rubén Rivera y Albert Luque, el Ministerio Público pide un año y medio por coacciones, al entender que sometieron a presiones tanto a la jugadora como a su familiares y amigos.
Según explicó a la fiscal, no vio en directo el beso y tuvo conocimiento de los de los hechos cuando se levantó la copa porque ya había comentarios cuyo origen no pudo identificar, ya que en ese momento su hija tuvo “problemas abdominales” y fue trasladada a un hospital en ambulancia.
En esos momentos, su atención estaba centrada en el estado de su hija y en saber si tanto la niña como su madre podrían viajar en el avión de vuelta a Madrid. También estaba preocupado, dijo, en la situación de la jugadora Olga Carmona, a la que los directivos de la Federación querían comunicar el fallecimiento de su padre antes de que se enterara por la prensa.
Preguntado por comunicado que difundió la federación restando importancia a los hechos y cuya redacción se le dio hecha a Hermoso, Vilda dijo que fue consciente cuando ya estaban en el avión. Añadió que antes de llegar a Doha, done hacían escala, escuchó conversaciones entre José María Timón, Pablo García Cuervo y Antonio Gómez Reino, sobre el revuelo mediático que estaba teniendo el beso.
Buscaba, dijo, “alguna forma para pararlo (…) barajando la posibilidad” de que la jugadora participara en la operación. De las conversaciones que presenció dedujo que ya se había hablado con Hermoso y que ella había rechazado esa posibilidad.
Vilda fue la persona que durante el vuelo habló con el hermano de la jugadora, Rafal Hermoso. Negó haberlo hecho por orden de Rubiales y aseguró que lo hizo “motu proprio”. Aseguró que su intervención estuvo animada porque pensaba “en Hermoso y en la selección”.
Vilda aseguró a preguntas de la fiscal que “por supuesto” estaba preocupado por Hermoso, pese a lo cual no fue a hablar con ella para conocer su estado de ánimo porque no lo vio “oportuno”. Además, relató que el ambiente entre las integrantes de la selección era de “jolgorio y celebración”, por lo que prefirió dejar que disfrutaran del éxito logrado.
El exseleccionador reconoció que igual “tendría que haberle preguntado” como se encontraba, al igual que debieron hacer otros directivos de la federación, pero “a nadie se le encendió una luz de alarma de lo que estaba ocurriendo”.
Dijo también que no vio llorar a Hermoso y que se dirigió a Rafael Hermoso para intentar normalizar la situación. Fue una conversación de “cinco minutos” en la que hablaron de lo bien que había jugado su hermana” y en la que le preguntó si había visto el beso. Él lo considero “una anécdota y sin importancia”.
Vilda reconoció que le peguntó si “podíamos buscar una fórmula para normalizar la situación y que se hablara de lo importante que era el campeonato y el rendimiento” sin llegar a mencionar la grabación de un vídeo, ante lo cual el hermano de la jugadora dijo que hablaría con ella.
El exseleccionador afirmó que no mantuvo esa conversación siguiendo órdenes de Rubiales e insistió en que tomo la iniciativa “pensando en el futuro. Me empecé a preocupar viendo que se le estaba dando más importancia a algo que había pasado y restando importancia al gran éxito que habíamos conseguido. Estábamos pensando en las siguientes competiciones, en unos Juegos Olímpicos que me motivaban muchísimo. Pensaba que todo aquello iba a tener un impacto negativo en las jugadoras, por supuesto en Jenni, y pensé en llegar a una normalidad para una selección que había sido campeona del mundo”.
“En ningún momento le hablé de Rubiales ni de posibles consecuencias”, con el hermano de hermoso, dijo, y “quien dice eso falta a la verdad o miente”. Añadió que Rafael Hermoso le dijo que hablaría con su hermana, contradiciendo así lo declarado por el hermano de la jugadora.
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