MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
Una segunda manifestación recorrió el centro de Madrid este sábado por la tarde, convocada por el Movimiento Feminista de Madrid, que discrepa en algunos postulados de la Comisión 8-M, cuya marcha se celebró por la mañana.
Asistieron a esta marcha unas 20.000 personas, según las convocantes, y 9.500, según la Delegación del Gobierno, menos de las que habían participado en la marcha de la mañana (80.000 según las convocantes y 25.000 según la Delegación).
La manifestación discurrió desde Cibeles hasta Plaza de España con el lema ‘Mujeres en lucha contra el machismo global’ y con pancartas en las que se podía leer las proclamas “Contra el borrado de las mujeres” y “Nuestros cuerpos, nuestros deportes”, en clara alusión a las mujeres trans.
La lluvia dio una tregua en Madrid por la tarde y permitió la marcha por la Gran Vía sin desplegar los paraguas y chubasqueros que protagonizaron la manifestación matutina. Tan solo comenzó a chispear cuando la cabecera ya estaba en la Plaza de España.
Las proclamas de esta manifestación pasaban por la lucha contra todas las violencias que sufren las mujeres, la brecha salarial, los ‘techos de cristal’, pero todo ello con un marcado énfasis por la oposición al reconocimiento de las mujeres trans y a favor de la abolición de la prostitución y la pornografía. “La prostitución no es un trabajo. Abolición ya”, podía leerse en una de las pancartas.
También participaron decenas de mujeres vestidas de blanco, con caretas también blancas que les tapaban la cara para centrar la atención en el nombre que portaban, el de mujeres asesinadas víctimas de violencia machista.
A esta marcha acudió la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que también había asistido por la mañana a la convocada por la Comisión 8-M. Precisamente por ello recibió las críticas de Podemos, cuya secretaria política y antecesora en el Ministerio, Irene Montero, le preguntó si cree que la transfobia es feminismo.
Acudió también una delegación del PP encabezada por su vicesecretaria de Igualdad, Conciliación y Política Social, Ana Alós, que por la mañana había criticado la marcha “oficialista” de la que dijo que “no es feminista”.
Alós criticó con dureza a los partidos de la izquierda por defender de palabra el feminismo pero no actuar contra los presuntos casos de abusos que afectan a algunos de sus dirigentes, como Juan Carlos Monedero o Íñigo Errejón, con una mención especial al exministro José Luis Ábalos, al que reprochan haber defendido los lemas del Ejecutivo mientras consumía prostitución. De hecho, Alós se concentró en el edificio de Plaza de España donde se encuentra el piso que supuestamente la ‘trama Koldo’ pagaba a Jéssica Rodríguez.
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