MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
La Policía Nacional ha desarticulado en Madrid una red de proxenetas que prohibía a las mujeres comer en ciertas horas para que no subieran de peso y su aspecto fuera el de las fotos por las que sus servicios eran requeridos.
Según informó la Policía este viernes, esta red de proxenetas es una de las tres que han sido desarticuladas en los últimos dos meses en la comunidad madrileña. Estas organizaciones se dedicaban a la trata de seres humanos y la prostitución coactiva en Madrid. En estas operaciones han sido detenidas 12 personas y liberadas 11 mujeres que eran obligadas a ejercer la prostitución en condiciones infrahumanas.
Las pesquisas se iniciaron al detectarse varios domicilios en la capital madrileña donde presuntamente se ejercía la prostitución en condiciones degradantes. En relación con estas actividades, fueron detenidos nueve mujeres y tres hombres tras realizar seis registros domiciliarios.
Una de las organizaciones contaba con controladoras llamadas ‘mamis’ que supervisaban el trabajo de las víctimas, quienes eran forzadas a trabajar entre 15 y 20 días seguidos sin descanso. Las mujeres tenían prohibido comer a partir de cierta hora para no coger peso y que su aspecto fuese idéntico a las fotos publicadas en los catálogos.
Las víctimas eran sometidas a una vigilancia permanente, incluso en las zonas de descanso, y debían cumplir estrictos horarios. Si se negaban a realizar algún servicio sexual, recibían amenazas y castigos por parte de los explotadores.
CONTROL SOBRE LAS VÍCTIMAS
Los criminales mantenían un cuadrante detallado con las actividades sexuales que cada mujer podía ofrecer para gestionar eficientemente las peticiones de los clientes. Las víctimas eran obligadas a mantener relaciones incluso durante la menstruación, teniendo que usar esponjas vaginales para ocultarlo.
En otra de las investigaciones se descubrió que los detenidos impedían a las mujeres acudir a centros médicos cuando necesitaban atención sanitaria. Además, las forzaban a consumir drogas si los clientes lo solicitaban.
Durante los registros realizados en octubre y noviembre, los agentes intervinieron dinero en efectivo, cocaína, estimulantes sexuales, material electrónico y documentación relacionada con estas actividades ilícitas.
La operación policial ha permitido desmantelar tres redes criminales que mantenían a las víctimas en condiciones de absoluta explotación, con un control exhaustivo sobre todos los aspectos de sus vidas, incluida su alimentación y salud.
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