MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
Agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en colaboración con la Policía Nacional, han desmantelado este sábado en la provincia de Valladolid un laboratorio clandestino de producción de cocaína que distribuía esta sustancia por distintos puntos del territorio nacional a través de vehículos caleteados (con huecos para ocultar mercancía).
Según informaron desde el Ministerio de Hacienda y de Interior en una nota de prensa, en los cuatro registros realizados en la ‘Operación Cigales’ se han incautado más de 12 kilogramos de cocaína, 40 kilogramos de procaína y 400 litros de líquidos precursores así como más de 90.000 euros en efectivo, seis vehículos y numerosos utensilios para la producción y distribución de la droga. Además, dos hombres han sido arrestados como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
La investigación, explicaron desde ambos Ministerios, se inició en el mes de mayo, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal, asentada en la provincia de Valladolid, presuntamente dedicada a la producción y tratamiento de cocaína.
Fruto de las investigaciones, los agentes averiguaron que la organización contaba con un centro logístico ubicado en una finca de una pequeña localidad de Valladolid, el cual era considerado el epicentro de su actividad ilícita. En este lugar, habían creado un laboratorio para la transformación y extracción de cocaína desde donde uno de los líderes dirigía su actividad. Posteriormente almacenaban la droga ya procesada, a la espera de su distribución.
Los agentes comprobaron que el ‘modus operandi’ de la organización consistía en obtener cocaína y trasladarla hasta el laboratorio clandestino, perfectamente preparado y acondicionado. Allí, la droga era mezclada con productos químicos con la finalidad de aumentar su volumen y con ello sus ganancias ilícitas.
Finalmente era dividida en paquetes para distribuirla bajo demanda por todo el territorio nacional. Para la entrega de la droga a los compradores disponían de vehículos con compartimentos ocultos creados para esconder la sustancia estupefaciente y así realizar los repartos con total seguridad.
TRANSPORTISTAS
La operación culminó cuando los agentes detectaron a uno de los transportistas de la organización criminal desplazándose a Madrid para adquirir, y posteriormente trasladar hasta el laboratorio en Valladolid, una gran cantidad de productos químicos para la preparación de la cocaína.
En el momento de su detención, los agentes averiguaron que la organización criminal contaba con medidas de seguridad tecnológica, con la finalidad de conocer en tiempo real el paradero y ubicación exacta del trasportista durante los trayectos.
El resto de los miembros de la organización, tras conocer que el conductor había sido arrestado, trataron de esconder la sustancia estupefaciente en los compartimentos ocultos de los vehículos. Uno de ellos pudo ser detenido en Valladolid y el estupefaciente fue finalmente localizado por los investigadores en los cuatro registros realizados.
Finalmente la operación se saldó con la detención de dos varones como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Tras ser puestos a disposición judicial, se decretó su inmediato ingreso en prisión.
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