MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
La Guardia Civil ha detenido a seis personas que se dedicaban al tráfico ilegal entre España y Francia de animales salvajes como felinos, aves y monos, que eran guardados hasta su venta en una finca de Alicante.
Según informó este miércoles el Instituto Armado, la denominada ‘operación Reina 33’ ha sido desarrollada de manera conjunta con la Gendarmería francesa.
Se han incautado ejemplares de diferentes especies, entre los que destacan un ocelote, un lince boreal, servales, guacamayos y varios monos titís, además de varias armas, munición y dinero en efectivo.
A los arrestados se les han intervenido un fusil de asalto de la marca Cetme, una carabina de la marca Mauser, 14 cartuchos de calibre 22mm, 5.000 euros en metálico, diversa documentación relativa a los especímenes y dos teléfonos móviles.
VENTA EN REDES SOCIALES
Las investigaciones comenzaron al detectarse que, a través de una conocida red social, se ofertaba la venta de animales de diferentes especies, entre ellos, un zorro plateado, mofetas, serpientes y suricatos, sin poseer para ello habilitación profesional ni la preceptiva documentación que autorizara la tenencia y venta de este tipo de animales.
Estos animales se ofertaban bajo una falsa apariencia de legalidad y estaban ubicados en una finca en la localidad de Sax (Alicante). Una vez se practicó la entrada y registro en dicha finca, se comprobó la existencia de diversos alojamientos acondicionados para albergar especímenes de fauna silvestre.
Pesquisas posteriores determinaron que un ciudadano francés se habría desplazado en varias ocasiones hasta Alicante, al objeto de adquirir ejemplares de fauna silvestre, entre los que se encontraría un serval (Leptailurus serval), ofertado posteriormente para su venta por 3.800 euros.
COMPRADORES EUROPEOS
Los detenidos en España se dedicaban a la adquisición de animales y su mantenimiento en las instalaciones que tenían en la finca de Alicante hasta su venta. Posteriormente los ofertaban en redes sociales, de forma conjunta con los detenidos en Francia. Por su parte, los ciudadanos franceses, se encargarían del traslado de los especímenes hasta Francia y su venta posterior en diferentes países de la UE, principalmente Francia, Bélgica y Polonia.
Se han practicado de manera coordinada hasta ocho entradas y registros en diferentes domicilios e instalaciones de España y Francia, procediéndose a la intervención de especímenes, entre los que se encontraron seis ejemplares de serval, dos de caracal, un ocelote, además de dos monos titís, tres guacamayos, un loris arcoíris, dos puercoespines. una tortuga terrestre y una cacatúa.
Todos ellos pertenecientes a especies protegidas por el Convenio Cites, uno de los más importantes tratados internacionales medio ambientales establecido para luchar contra la amenaza que el comercio ilícito supone para la pérdida de biodiversidad.
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