MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder del Partido Popular y jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, lucharán hasta los comicios generales del 23 de julio por concentrar “el voto útil” del electorado a izquierda y a derecha y tratarán de esta manera de ser la fuerza política con más respaldo social.
Ante la convocatoria adelantada de elecciones generales anunciada por Sánchez el pasado lunes, y con el trasfondo de los obtenidos el 28-M, los socialistas se lanzan a captar todo el respaldo electoral de la izquierda tras analizar que parte de la pérdida de poder después de las elecciones autonómicas y municipales proviene de que no han movilizado a ese sector.
En Ferraz se aferran a que sólo han perdido 400.000 votos y que, pese a que han crecido en algunos lugares, como la Comunidad Valenciana, les ha lastrado para esa pérdida de poder institucional el mal resultado de las formaciones a su izquierda.
En este marco se encuadra la arenga de Sánchez ante sus parlamentarios este martes cuando los animó a “dar la batalla” ante la cita del 23-J para evitar el tándem de la “extrema derecha y una derecha extrema” y otros dirigentes socialistas erigieron al PSOE como el único “dique de contención” para evitar que llegue a España la “ola ultraconservadora”.
Incluso reforzando esta idea de desligarse de su socio en el Gobierno, Unidas Podemos, del que algunas fuentes socialistas reconocen que su forma de hacer política con el “ruido constante” es algo que les ha “dañado, y mucho” este 28-M, estos días la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, reivindicó que la política económica del Ejecutivo tiene sello socialista y que “la influencia de la parte representada por Podemos ha sido muy baja”.
En las filas socialistas consideran también que las diferencias entre los partidos a su izquierda para la constitución del proyecto Sumar ha restado la movilización del electorado progresista y por eso ahora se lanzan, sin más miramientos, a por el voto útil porque el 23-J toca “aclarar las cosas” y, como dijo Sánchez, elegir entre las políticas socialdemócratas o el “tándem de derechas extremas”.
Reconocen que con esa apelación al voto útil de todo el electorado progresista o de izquierdas, así como al ciudadano que no se identifica con la “ola ultraconservadora” que lo que busca es “derogar el sanchismo”, se está comprando el marco que imponen PP y Vox de que “Sánchez o…”, apuntan en estos partidos.
En el PSOE cayeron bien las palabras del presidente en el Congreso animando a sus filas y muchos pusieron el foco en esa “lucha” que les toca contra la derecha política y mediática, dicen, pero también esa apelación al “orgullo socialista” que ha venido haciendo últimamente pero que escenificó con las palabras sobre el origen del PSOE: “Nuestro partido no lo fundaron 7 exministros de una dictadura con la financiación de unos cuantos banqueros. Lo formaron en un bar de Madrid 25 trabajadores: 16 tipógrafos, cuatro médicos, un profesor, dos artesanos, un marmolista y un zapatero, esa es la gente a quienes defendemos y esa es la gente de quien dependemos”.
ÚNICA ALTERNATIVA
Por su parte, en el PP se ven muy bien posicionados para volver a ser la fuerza política más votada en los comicios generales tras “el resultado histórico” cosechado en las elecciones autonómicas y municipales. Es más, Feijóo ya ha dicho en varias ocasiones que él quiere gobernar tras ganar y su objetivo ahora es erigirse en la única alternativa real “al sanchismo”.
Precisamente, la campaña para el 28 de mayo pivotó en torno a esta idea y se vieron “cumplidos todos los propósitos” marcados. Feijóo había pedido a los suyos “devolver al orgullo al PP como primera fuerza y dar el primer paso para que haya un nuevo Gobierno en España”, y a la vista del “tsunami” político del pasado domingo se ve más cerca el ulterior objetivo.
En todo caso, Feijóo también avisó a la plana mayor del PP, reunida este martes en la Junta Directiva Nacional para analizar los resultados y marcar estrategia, de que “el sanchismo solo tiene una oportunidad” y es “que nos confiemos”. El partido está muy movilizado tras las últimas elecciones, pero alienta a la participación dada la fecha vacacional escogida por el jefe del Ejecutivo.
Al igual que en la anterior campaña, la dirección nacional del PP se empleará en las próximas semanas en apuntalar el mensaje de que la unión del votante es imprescindible para lograr desbancar a Sánchez del poder. Todo ello bajo el convencimiento de que, en este momento, “el partido en el que más gente milita es el antisanchismo”.
En Génova ambicionan una mayoría contundente que les permita desplegar su programa sin ataduras de terceros y trabajarán con ahínco para que cale esta idea y “se complete el cambio de ciclo”. Desde que se confirmó el adelanto electoral, todos los mensajes han ido en la línea de reclamar un mandato claro de las urnas con un respaldo “inequívoco” para cambiar la política en España en el fondo y en las formas.
De tal forma, se volverá a pedir a los votantes de Vox que quieren gobiernos fuertes “concentrar esfuerzos” en el PP, y se invocará a esos socialistas “moderados” y “avergonzados” con la actual gestión y las políticas del jefe del Ejecutivo. En el PP también se dirigieron en la última campaña a los simpatizantes de Ciudadanos y, ahora que este partido no se presenta el 23-J, vuelven a ofrecerse a ellos como la “casa reformista”.
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