MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volverá a estar en mano de Junts para aprobar cinco de las 12 medidas que anunció este lunes en materia de vivienda porque hace falta que salgan adelante en el Congreso de los Diputados. La formación que preside Carles Puigdemont ya ha rechazado dos de ellas.
El jefe del Ejecutivo anunció este lunes en un foro de vivienda 12 medidas para solucionar este “problema” en España y cinco de ellas tendrán que pasar por las Cortes si quieren ser aprobadas. Por el momento, la formación de Puigdemont ya rechaza dos.
En concreto, Sánchez anunció que llevará al Congreso, para que sea aprobada, una modificación del IVA de las viviendas turísticas. Una iniciativa que se tuvo que sacar fuera del paquete de la reforma fiscal para que el Gobierno lo aprobase antes de que terminase 2024.
Las intensas negociaciones entre el Ejecutivo y los distintos grupos parlamentarios dieron sus frutos a la hora de poder sacar adelante la directiva europea con la imposición de un impuesto mínimo del 15% a las grandes multinacionales, un impuesto a la banca modificado o más impuestos a las rentas altas, en concreto un aumento del 28 al 30% del IRPF. Sin embargo, a pesar del gran problema de vivienda existente en España, Junts votó en contra de la reforma fiscal para subir el IVA de los pisos turísticos.
La formación de Puigdemont no fue la única y también votaron en contra Vox y PP. Además, contó con la abstención del PNV. De ahí que esta medida se pospusiera y no se incluyera en el paquete fiscal para sacarlo antes de que finalizase el año. Ahora Sánchez presenta esta medida y sigue quedando en manos de Junts, como también lo está con la reestructuración de las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (Socimi).
Sánchez anunció este lunes la decisión de modificar el régimen fiscal de las Socimi dedicadas a la promoción de la vivienda y bonificar únicamente a aquellas que promuevan viviendas en régimen de alquiler asequible. La justificación que da el Gobierno es que todas sus acciones en materia de vivienda se concentran en favorecer la vivienda asequible.
El acuerdo alcanzado entre PSOE y Sumar y que presentaron al resto de fuerzas parlamentarias en el Congreso va en esta línea y, sin embargo, Junts se posicionó en contra, especialmente, en cuanto a alquileres turístico y de temporada, logrando quedar también fuera del paquete fiscal.
Fuentes del PSOE asocian esta negativa de Junts a la cercanía del presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre, y de la visita que hizo a Puigdemont a Bélgica hace unos meses. Con el aplazamiento de esta norma, El Gobierno buscó ganar tiempo, pero Sánchez con su anuncio vuelve a reactivar la vía de las Cortes y, por ende, de la negociación con Junts y el resto de formaciones aún indecisas con esta serie de medidas.
Por un lado, Hacienda quiere recaudar 5.000 millones de euros que le permitan cumplir con la contención fiscal que pide la UE y, por otro, Sumar busca sacar pecho con medidas que aumenten la presión fiscal sobre las empresas y, como señalan, “cuiden a los ciudadanos de a pie”. Tanto el ala socialista del Ejecutivo como en Sumar considera que se trata de una “buena medida”, pese a que el régimen jurídico de las socimis esté ampliamente generalizado en toda Europa.
Asimismo, el Gobierno también necesitará pasar por el Parlamento si quiere aprobar la bonificación de hasta un 100% en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para aquellos pequeños tenedores que bajen un 5% el alquiler a sus inquilinos y si quiere incrementar hasta el 100% el gravamen fiscal que deben pagar los no europeos que no residan en nuestro país cuando compran una casa en España.
Desde el Ejecutivo buscan ‘quitar hierro’ a esta salvedad de Junts señalando que han cumplido con 25 leyes aprobadas en este mandato en el Boletín Oficial del Estado y que por ellos no será lo de seguir negociando, “como siempre hacemos”, tal y como señalaron a Servimedia.
Ahora la pelota de parte de los anuncios y nuevas medidas de Sánchez en materia de vivienda seguirá quedando en manos de Junts y de otros grupos que como el PNV todavía quedan por convencer.
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