MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apostó este viernes por continuar trabajando para que la carrera de la “excepcional” jugadora de baloncesto Laia Palau o de otras como la suya “dejen de ser la excepción”.
“Asegurar que no haga falta ser una heroína para desarrollar una carrera deportiva, que a los méritos en el deporte pues no haya que sumar una infinita capacidad para superar obstáculos sociales, conciliar o hacer frente a limitaciones económicas que tenéis muchos deportistas”, afirmó el jefe del Ejecutivo.
Actuar para que “no haya que lidiar con el machismo que por desgracia aún pervive en nuestra sociedad para que cualquier persona pueda disfrutar y mejorar su vida con el deporte y si lo desea y su talento y su esfuerzo se lo permiten legar a convertirse en un profesional”.
Lo dijo así durante el acto de entrega de la Placa de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo a la selección española de baloncesto 1984 y de la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo a la baloncestista Laia Palau, de la que remarcó que es la “mejor jugadora de la historia del baloncesto español” y la deportista que más defendido la camiseta nacional”.
Sánchez admitió que este acto era un “regalo” para él como amante confeso del baloncesto, ya que con los integrantes de la selección del 84 consiguieron que a sus 10 años se “enamorase para siempre del maravilloso deporte que es el baloncesto”. “Vuestra hazaña sigue presente en la memoria colectiva” y pervive “en las canchas de los colegios, en los polideportivos y en los parques”.
De esta selección, el jefe del Ejecutivo ensalzó que abrieron camino a los que llegaron después y conquistaron más éxitos, en referencia a la generación de Oro de los Gasol, hasta el punto de que “se habla mucho de fútbol, pero cada vez se habla más de baloncesto”.
De este “equipazo” que representó a España en los Juego Olímpicos de Los Ángeles 84 acudieron todos los miembros salvo los fallecidos Antonio Díaz Miguel, el entrenador fue representado por su mujer, y Fernando Martin, en su nombre lo hizo su hermano Antonio.
Tras mostrar constantemente la buena sintonía y amistad que pervive en ellos, el capitán, Juan Antonio Corbalán, tomó la palabra y reivindicó el esfuerzo así como que “las futuras generaciones entiendan que hacer las cosas bien es una obligación individual, pero que las cosas bien hechas solo son buenas cuando realmente tienen la capacidad de ser buenas y útiles para el resto de nuestro equipo, para el resto de nuestros compañeros, para el resto de la sociedad”.
Por su parte, Laia Palau, intentó restarse méritos porque este reconocimiento es para “todos los que nos levantamos cada día con la idea de trabajar bien y llevarnos bien con los de alrededor”, si bien demandó la cordura que cree “que es algo que está faltando un poco” últimamente.
Llamó a “seguir conquistando estos espacios” del deporte femenino y a seguir trabajando, a “resistir, persistir por y para la gente, e intentar hacerlo con mucho amor”, aunque lanzando una advertencia: “ojo a lo de la excelencia y la perfección”.
En el acto también tomaron la palabra Theresa Zabell, única mujer española doble campeona olímpica además de 5 veces campeona del mundo, que dio la bienvenida a Palau al selecto grupo de deportistas condecorados y al más selecto grupo de mujeres condecoradas con esta cruz que da el trato de “excelencia” que “no puede no tener una mujer” con el palmarés de Palau.
Así como la presidenta de la Federación Española de Baloncesto (FEB), Elisa Aguilar, quién destacó que se estaba reconociendo “la entrega, el sacrificio y la brillantez, con la que un grupo de jugadores y jugadora ha defendido la camiseta de España en diferentes momentos”.
Además de destacar la figura de Palau, que “gran parte de lo que se ha conseguido en estas últimas dos décadas de ensueño” del baloncesto español, en los que se ha quedado campeones del mundo en dos ocasiones, “no se hubiera alcanzado si este grupo de pioneros” del equipo del 84.
“Realmente vosotros habéis roto ese techo de cristal en el que parecía que nunca podíamos llegar a lo más alto” y del que luego “fuimos recogiendo el testigo”, concluyó.
- Te recomendamos -