MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se acogió este martes en La Moncloa a su derecho a no declarar contra su esposa, Begoña Gómez, en la causa que tiene abierta por la presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Fuentes jurídicas informaron de que la comparecencia de Sánchez como testigo ante el juez Juan Carlos Peinado duró unos veinte minutos y que el presidente se amparó en el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) para no responder.
Este artículo establece que están dispensados de la obligación de declarar en un procedimiento judicial “los parientes del procesado en líneas directa ascendente y descendente, su cónyuge o persona unida por relación de hecho análoga a la matrimonial, sus hermanos consanguíneos o uterinos y los colaterales consanguíneos hasta el segundo grado civil”.
En virtud de este artículo, Sánchez dijo que no respondería, por lo que ni el juez ni las partes llegaron a formularle preguntas. La comparecencia, fijada para las 11.00 horas, duró unos veinte minutos, aunque la vista se prolongó hasta aproximadamente las 12.00 al iniciarse con cuestiones técnicas.
COMPARECENCIA GRABADA
La comparecencia del presidente se produjo ante el juez Peinado, el fiscal, la defensa de Begoña Gómez y la abogada Marta Castro, de Vox, en representación de las acusaciones personadas en el sumario. Aunque el jefe del Ejecutivo no respondió a ninguna pregunta, la comparecencia fue grabada en vídeo por orden del instructor, como sucedió con la declaración que en su momento realizó Begoña Gómez.
El instructor llegó hacia las 10.21 a La Moncloa en un coche policial camuflado, en el que el juez iba sentado en el asiento del copiloto. Tras su identificación, los funcionarios permitieron la entrada del magistrado.
Durante la comparecencia de Sánchez ante el juez tuvo lugar una protesta de la asociación Hazte Oír en una de las entradas del complejo presidencial, en concreto la situada junta a la Facultad de Estadística de la Universidad Complutense. Estos manifestantes portaron muñecos vestidos de preso que representaban al presidente y a su mujer.
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