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Sánchez acusa a Feijóo de ser un “gran fraude” y este denuncia las “sobornos y propiedades” para ministros

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MADRID, 19 (SERVIMEDIA)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, protagonizaron este miércoles un tenso enfrentamiento en la sesión del Congreso, donde intercambiaron duras acusaciones sobre la gestión económica y la credibilidad política.

En una pregunta en el Pleno sobre la calidad de vida de los españoles, Sánchez acusó a Feijóo de ser un “colosal engaño” y este afirmó que el esfuerzo de los ciudadanos se está perdiendo en cesiones a los socios del Ejecutivo y en “mordidas y pisos” para los ministros y el “entorno” del presidente.

El intercambio de reproches se produjo al interesarse el líder popular sobre la preocupación del Gobierno por la calidad de vida de los españoles, aunque modificó la cuestión inicial para interrogar sobre el IRPF del salario mínimo.

Sánchez defendió la gestión económica de su Gobierno y dio datos como el aumento del salario medio de 1.700 a 2.100 euros desde 2018, el incremento de la pensión media de 1.000 a 1.500 euros y el crecimiento del empleo hasta “casi 22 millones” de ocupados.

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Por su parte, el líder del PP acusó al Ejecutivo de “saquear” a los trabajadores españoles con 97 subidas de impuestos y cuestionó que no haya recursos para bajar el IRPF al salario mínimo mientras se destinan 2.000 millones de euros en controlar Telefónica y 750 millones “para comprar trenes en Marruecos”.

“CRIPTOMONEDA DE MILEI”

Al mismo tiempo, Feijóo denunció que el esfuerzo de los españoles acaba convirtiéndose en “cesiones para sus socios, mordidas y pisos para su entorno y sus ministros”, calificando al actual Gobierno como el “más caro de la democracia”.

En su réplica, Sánchez comparó a Feijóo con “la criptomoneda de Milei para los votantes argentinos” y “un colosal engaño”. También le reprochó haber prometido una “política para adultos” pero traer “bulos y crispación”.

La tensión en el hemiciclo alcanzó tal nivel que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, tuvo que pedir silencio en varias ocasiones para poder continuar con la sesión de control.


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