MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
La diputada de la CUP en el Parlament de Cataluña Eulàlia Reguant ha defendido su decisión de no responder a la acusación popular ejercida por Vox en el juico del ‘procés’ con el argumento de que “el fascismo no puede tener cabida en una sociedad justa”. La vista celebrada en el Tribunal Supremo (TS) ha quedado visto para sentencia. La Fiscalía pide para ella cuatro meses de cárcel.
La parlamentaria independentista hizo esa defesa durante el turno de última palabra que tienen los enjuiciados insistiendo en “la voluntad colectiva de señalar que aceptar la presencia de aquellos que niegan derechos fundamentales en el juicio era una declaración de intenciones por parte del Poder Judicial, era imposible obtener Justicia en aquel tribunal y aquel procedimiento”.
Reguant está acusada de un delito de desobediencia por negarse a responder a Vox en el juicio del ‘procés’. La diputada fue llamada a declarar en calidad de testigo y por eso estaba obligada a responder a todas las partes. Este miércoles, la dirigente de la CUP recordó que la defensa de Jordi Cuixart pidió al tribunal la expulsión de Vox como acusación popular y “la respuesta siempre fue una negativa no argumentada”.
En su turno de última palabra defendió que Vox fue en ese juicio “una herramienta más del Estado para construir un juicio político, un elemento más del engranaje represivo del Estado contra personas que defienden el derecho de autodeterminación”. En ese momento, el presidente del tribunal la ha interrumpido para advertirle que este juicio “no es sitio para hacer un alegato de contenido político”.
Y Reguant ha concluido entonces su alegato defendiendo que en la CUP “vamos a actuar en conciencia y defendemos el derecho a hacerlo y a desafiar la ley y las autoridades en la base de un sentimiento. El fascismo no puede tener cabida en una sociedad que se pretende justa, ejercer el antifascismo es la base de la democracia y ese es el nuestro argumento para hacer lo que hicimos”.
Su abogado explicó que la decisión de no responder a Vox se basa en la convicción de que no se puede “legitimar a aquellos que hacen políticas en contra de la igualdad de género, de las personas, y van en contra de mis principios y valores” y puso en duda que una formación que no respeta derechos fundamentales pueda contribuir que se imparta justicia. El abogado insistió en que la actuación de su representada no merece reproche penal alguno porque fue “un ejercicio de la libertad de expresión y conciencia”.
Por su parte, el fiscal defendió que la parlamentaria no tenía derecho a negarse a declarar puesto que fue citada como testigo y Vox era una “parte legítima” en el juicio. Y recordó a Reguant que en la vista del ‘procés’ y una vez advertida por el presidente del Tribunal, Manuel Marchena, dijo que asumía las consecuencias de su decisión.
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