MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
Podemos no teme que una victoria de Ucrania frente al ejército ruso desprestigie la apuesta por las vías diplomáticas que lleva verbalizando el partido desde la invasión ordenada por Vladimir Putin.
Diversas fuentes del partido consultadas por Servimedia coincidieron en desdeñar la posibilidad de que el contraataque que las tropas ucranianas vienen llevando a cabo en los últimos días en los tres frentes de la guerra, norte, este y sur, pueda deparar una victoria que penalice el discurso pacifista que Podemos ha protagonizado en exclusiva entre los partidos políticos de ámbito estatal desde la invasión de febrero.
La formación dirigida por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, lleva sosteniendo desde el principio que toda guerra termina en una mesa de negociación y que, por tanto, habría que “apostarlo todo a las vías diplomáticas”.
En esa línea, ha criticado el “fervor belicista” que, a su juicio, están insuflando los medios de comunicación a la población española. Y precisamente ese fervor podría cristalizar en un estallido triunfal en caso de una victoria de Ucrania que justificaría la defensa que ha hecho el PSOE, su rival electoral directo, del envío de armas a Ucrania.
En Podemos no temen ese eventual escenario. La tranquilidad que demuestran las voces del partido consultadas tiene distintas vertientes. Por un lado, que no dan plena credibilidad al triunfalismo, siempre proveniente de fuentes ucranianas, que están exhibiendo los dirigentes políticos y medios de comunicación occidentales sobre el curso de la guerra. Por otro, que, aunque fuera cierto, pueda derivar en una victoria total de Ucrania. Y, en tercer lugar, que, aunque tal victoria se produjera, ese triunfo contradijera los mensajes de Podemos.
“No tengo tan claro que sea así”, confesó una diputada sobre la supuesta buena marcha del contraataque ucraniano. “¿Qué, van a llegar hasta Moscú? ¿Una potencia que puede destruir el mundo con sólo pulsar un botón va a rendirse? Ese plan tiene muchas lagunas”, ironizó otro parlamentario.
Uno de las voces del partido más autorizadas en materia de Defensa abundó en este último enfoque al sugerir que, si fuera tan fácil, Occidente estaría combatiendo directamente al ejército de Putin en vez de “dejar morir a los jóvenes ucranianos” y conformarse con un simple envío de armamento. En su opinión, es “impensable” que Ucrania pueda conseguir una victoria militar definitiva frente a las tropas rusas, pues el Gobierno de Moscú jamás firmará una rendición.
GUERRA LARGA
Por tanto, el escenario que se avecina, lejos del optimismo que trascienden las crónicas bélicas, es, según su pronóstico, “una guerra cada vez más larga”, donde “nadie saldrá ganando” más que Estados Unidos, en tanto que exportador de la energía de la que carece Europa, y sus empresas armamentísticas, a quienes ve como instigador directo del ‘casus belli’ alegado por Putin.
“¿Por qué le prometimos a Ucrania que entraría en la OTAN si sabíamos que no podíamos dejarla entrar?”, preguntó, dando pábulo a que la ampliación de la Alianza Atlántica y su oferta seductora a Ucrania, con la consiguiente amenaza sobre las fronteras de Rusia, fue el desencadenante directo de la invasión inicial de Putin. Y recordó que a otros territorios invadidos, como Palestina o el Sahara Occidental, la Alianza Atlántica no les ha prestado ninguna asistencia.
En cualquier caso, este diputado confesó que nada le gustaría más que equivocarse en su diagnóstico y pensar que el país invadido, “que siempre tiene razón”, pudiera ganar la guerra y obligar a Rusia a retirarse. Una reacción similar mostró una diputada cuando se le preguntó si un triunfo ucraniano desautorizaría el discurso pacifista de Podemos. “¿A nosotros que siempre defendemos la soberanía de los países invadidos?”.
Sin aludir a la contraofensiva ucraniana, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, reiteró este viernes ante el Consejo Ciudadano Estatal del partido la posición conocida de su dirección: “La opción diplomática es la que nos permitiría pararle más rápidamente los pies a Putin y terminar con el terrible sufrimiento del pueblo ucraniano”.
Culpando de la guerra al Gobierno ruso pero también a “una política exterior europea completamente subordinada a los intereses de los Estados Unidos”, Belarra enjuició que “los propios responsables políticos europeos no están poniendo todos los esfuerzos en lograr el fin de la guerra” y que el conflicto “sólo interesa a quienes se lucran jugando al ajedrez con los pueblos”. “Sólo va a terminar con una negociación y con diplomacia o con un conflicto militar a gran escala entre potencias nucleares”, concluyó.
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