MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
Gerard Piqué negó este viernes en los juzgados de Majadahonda (Madrid) haber pagado a Luis Rubiales o a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para actuar como intermediario con Arabia Saudí en el traslado de la Supercopa de España a su territorio. Según fuentes presentes en la declaración, el deportista acabó su comparecencia muy emocionado y rompió a llorar ante la jueza por el daño reputacional que ha supuesto este proceso en su carrera.
El exfutbolista del Fútbol Club Barcelona y empresario Gerard Piqué acudió este viernes al Juzgado número 4 de Majadahonda para declarar como investigado en el caso sobre las presuntas irregularidades en el traslado de la Supercopa de fútbol masculino a Arabia Saudí.
Piqué negó cualquier irregularidad en el cobro de una comisión de cuatro millones anuales, que se iban a pagar durante 10 años, a la empresa Kosmos de su propiedad. Los pagos los hacía la empresa pública saudí Sela tras firmar un contrato con la RFEF para llevar la Suprecopa al país árabe.
El investigado se ha remitido a la documentación presentada ayer por su abogado en esta causa. En concreto, su defensa entregó en el juzgado un total de 15 facturas emitidas por Kosmos a la Federación de Fútbol de Arabia Saudí (SAAF) por importe de 12 millones de euros, así como comprobantes bancarios y una cadena de correos electrónicos. Esos pagos fueron abonados en una cuenta de Kosmos que la juez tiene bloqueada desde hace casi un año.
Con esos documentos, a los que se añaden los comprobantes bancarios de pago derivados de “los servicios prestados por lacelebración de la Supercopa” en Arabia Saudí, Piqué quiere demostrar la “normalidad en la relación contractual y la aceptación de los servicios de intermediación efectivamente prestados”.
La magistrada investiga “posibles ilegalidades” en los acuerdos firmados en septiembre de 2019 entre la RFEF y la entidad saudí Sela Sport Company, que fijaban una prima de éxito de cuatro millones al año para un “agente” al que no se identificaba y que era Piqué, mientras que el contrato suponía 40 millones anuales para la Federación durante seis años.
Más tarde esta relación contractual se prolongó mediante una adenda por cuatro años más, lo que significaba que la RFEF habría ingresado 400 millones de euros, mientras que Piqué habría recibido 40 millones. Los investigadores creen que la federación habría actuado como garante de los derechos económicos de la empresa del futbolista.
El futbolista ha declarado durante dos horas y ha respondido a las preguntas de la juez, del fiscal y a su defensa y ha defendido su trabajo para conseguir “el mejor contrato” obtenido por la RFEF. Eso sí, puntualizó que en ningún caso hizo gestiones por encargo de la federación.
Aseguró que en un principio el acuerdo con Sela fue un “pacto entre caballeros” de carácter verbal y sólo entonces se propuso la firma de un acuerdo y se contactó con la federación para incluir en lo firmado una cláusula de protección que la empresa saudí aceptó. Cuando surgieron dificultades para el cobro de lo pactado, pidió la mediación de Rubiales.
Al final de su declaración, Piqué pidió la palabra y entre lágrimas se mostró apesadumbrado por estar incurso es esta causa de manera “injusta” desde hace más de un año, lo que ha acarreado un fuerte perjuicio reputacional.
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