MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El presidente de la Asociación de Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE), Felipe Orviz, aplaudió este jueves la aprobación definitiva en el Congreso de los Diputados del proyecto de ley que “por fin” prohíbe la celebración de espectáculos públicos que supongan “la vejación de personas con discapacidad”, porque “ser enano no es una profesión”.
Es el resultado de una enmienda introducida en el proyecto de Ley para la trasposición de directivas de la Unión Europea en materia de accesibilidad de determinados productos y servicios, migración de personas altamente cualificadas, tributaria y digitalización de actuaciones notariales y registrales, que además modifica la Ley 12/2011 sobre responsabilidad civil por daños nucleares o producidos por materiales radiactivos.
De este modo, espectáculos como los del ‘bombero torero’, los relacionados con el ocio para adultos y las actuaciones en despedidas de soltero, entre otros, quedan prohibidos en la Ley General de Discapacidad.
En declaraciones a Servimedia, Orviz manifestó su “gran alegría” por que “por fin” se prohíban este tipo de espectáculos, que se “basan en hacer burla y risa de nuestra condición de discapacidad”. “Ser enano no es una profesión”, subrayó, y “un trabajo no puede basarse en la humillación por motivo de discapacidad”.
Con todo, lamentó que esta ley “llega demasiado tarde”, y se preguntó si “se hubiese permitido lo mismo con otro tipo de discapacidad”. “¿Te imaginas abrir Internet y encontrar un anuncio que busca persona con Down para una despedida de soltero?”, inquirió.
Orviz se felicitó pese a todo por la prohibición definitiva, que, a su juicio, animará a las personas que se dedican a estas actividades “a buscar alternativas laborales que no les obliguen a autodenigrarse”. En este sentido, puso en valor iniciativas como el programa Pisadas de Dignidad de Fundación ONCE e Inserta, que arrancó hace un año para ofrecer salidas laborales y formación a personas con ADEE.
Según explica la coordinadora del programa Pisadas de Dignidad, Beatriz Ávila, el proyecto tiene una duración mínima aproximada de nueve meses, aunque “es flexible y depende del ritmo de cada persona”.
Se divide en tres etapas o “pisadas”. Arranca con ‘Mi mejor ahora’, que busca trabajar las habilidades personales de los participantes, desarrollar competencias transversales y fomentar su empoderamiento. El objetivo es realizar “un perfil profesional de las personas y conseguir un mayor autoconocimiento” para que elijan hacia dónde quieren redirigir su actividad, explicó.
A continuación, inician una etapa de formación en competencias técnicas junto a las empresas de acogida denominada ‘’Pisada hacia el futuro’, a fin de adquirir “la mayor formación posible en su campo de actividad”. La última pisada lleva por lema ‘El futuro es ahora’, y “se trata de la etapa de intermediación laboral y de seguimiento”.
Ávila Insistió en que el programa descansa “sobre el diseño de itinerarios individualizados, basados en las expectativas, habilidades e intereses de cada persona”, todo a través de “una doble red técnica, de intermediación laboral y de sensibilización”. Cada participante recibirá una dotación de 667 euros al mes, con los que compensar el cese de su actividad en este tipo de espectáculos. Eso sí, “no se pueden compaginar”.
SATISFACCIÓN
Tanto Orviz como Ávila manifestaron su confianza en que la prohibición legal de estos espectáculos conseguirá que “muchas más personas se acerquen” a esta iniciativa y tomen la decisión de cambiar de vida. Hace ya meses que “decenas de personas se han puesto en contacto con nosotros para preguntar por posibles alternativas”, destacó Orviz.
Según Ávila, en el programa hay ya 31 identificadas, de las que 13 han iniciado el proceso. El resto aún lo están meditando, prosiguió, pero “estamos seguros de que les va a animar”, dijo sobre la prohibición. “Sabemos que necesitan tiempo, porque supone un cambio radical de vida y de autopercepción de sus propias capacidades”, declaró. Por ello, consideró “muy positivo” que estos espectáculos se prohíban por ley.
Orviz recogió el guante y quiso dejar un mensaje a quienes critican al Gobierno por esta medida. Desde que España firmó la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, estos espectáculos “simplemente son ilegales”, por lo que “era un paso que el país tenía que dar”.
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