MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
La Sala Penal del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena de dos años de prisión por delito contra el patrimonio histórico impuesta a un hombre que arrancó e hizo desaparecer del archivo diocesano de Teruel las partidas de bautismo y matrimonio de varios antepasados suyos de los siglos XVIII y XIX, para documentar méritos de linaje ante la Orden de Malta y lograr su ascenso al grado de Caballero de Honor y Devoción.
El Juzgado de lo Penal Único de Teruel, en sentencia ratificada por la Audiencia Provincial y ahora por el Supremo, le condenó además en vía de responsabilidad civil a indemnizar al Archivo histórico diocesano turolense con 12.000 euros, cuantía en la que un informe pericial cifró el perjuicio causado por la mutilación de los correspondientes libros.
Según los hechos probados, entre finales de 2013 y principios de 2014, el acusado accedió al Archivo Histórico Diocesano de Teruel con el fin de hacerse con las partidas de bautismo y matrimonio de sus antepasados inscritas en los ‘Quinque Libri’ de Barrachina (Teruel) y en los de Villarejo de los Olmos (Teruel).
Al hacerse con estos documentos, pretendía documentar su linaje y genealogía ante la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta, en la cual había solicitado su ascenso en esa fecha como Caballero de Honor y Devoción, añade el relato de la sentencia.
Para evitar ser descubierto en las irregularidades advertidas por el Fiscal de la Orden de Malta en el expediente incoado a su instancia, “no dudó en arrancar de los libros y hacer desaparecer los folios correspondientes” a las partidas de bautismo de un tatarabuelo, del año 1839, y un cuarto abuelo, de 1798, así como las de matrimonio de unos cuartos abuelos (año 1835) y quintos abuelos (1775).
A finales de mayo de 2017, una persona se presentó en el Archivo Histórico Diocesano de Teruel, por encargo de la Orden de Malta, para comprobar la autenticidad y veracidad de la genealogía presentada por el acusado con motivo de su pretendido ascenso en la Orden, verificando la falta del Libro II de las Partidas Sacramentales de la Parroquia de Barrachina (1693-1774), así como la falta de los documentos descritos, poniendo este hecho en conocimiento del director del archivo, quien denunció la sustracción en fecha 10 de agosto de 2017.
Catorce días después, el director se personó de nuevo ante el Cuartel de la Guardia Civil en Teruel poniendo de manifiesto haber recibido un paquete desde una parroquia de Madrid, en el que se contenía el Libro II de las partidas sacramentales de la Parroquia de Barrachina y una nota en la que se podía leer: ” Sr Vicario, le hago llegar este Libro entregado por una persona en confesión”, habiendo quedado acreditado que el autor material de esa entrega era el acusado, concluye el relato de hechos. El Supremo desestima todos los motivos del recurso del acusado.
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