MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El productor musical Nacho Cano aseguró este lunes en sede judicial que no se encargaba de la gestión de las becas del musical ‘Malinche’ y que su función era coordinar la parte artística del proyecto. Así, descargó la responsabilidad sobre sus colaboradores y se mostró convencido de que todo se hicieron de acuerdo a la legalidad.
A su llegada a los juzgados de Plaza de Castilla, donde está citado a declarar como investigado por presuntas irregularidades en relación con los becarios mexicanos del musical ‘Malinche’, dijo a los medios de comunicación que acudía a “hacer el paripé un ratito”, antes de volver a hablar con los periodistas. “Voy a hacer el paripé un ratito y luego os cuento”, señaló.
Fuentes jurídicas indicaron que el músico respondió a las preguntas de la instructora, de la Fiscalía y de la defensa y que la declaración se desarrolló durante casi dos horas en un ambiente tenso por momentos. Hay que recordar que Cano denunció a la jueza que instruye la causa por presunta prevaricación.
Esta es la primera vez que el productor declara como investigado en el Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid tras ser detenido por la Policía el pasado verano por presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores y los ciudadanos extranjeros.
Cano ha criticado la actuación de los investigadores al frente del caso y defendió la legalidad de la gestión de las becas, dado que las personas encargadas de esta tarea en la productora son expertas en la materia.
Cano fue detenido el pasado 9 de julio como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros y de favorecer la inmigración irregular, tras la denuncia de una de sus becarias.
Desde ese mismo momento, el productor comenzó a denunciar una persecución política y policial por su amistad con la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.
La denunciante, Lesly Ochoa, aseguraba que los bailarines llegados de México entraron el país con una visa turística y nunca acabaron de obtener el visado por estudios que les denegó la Delegación del Gobierno de Madrid, dejándolos en situación irregular. Estos jóvenes regresaron a México en agosto pasado.
Cano emprendió una cruzada en su defensa que le llevó a denunciar a la instructora por prevaricación. También denunció a la becaria que le llevó ante la justicia por amenazas y a los policías que investigaron el caso por presuntas coacciones, falsedad y detención ilegal.
La defensa del músico aportó a la causa mensajes en los que la denunciante aceptaba el pago de 6.000 euros a cambio de no acudir a comisaría. Pero la magistrada entiende que estos mensajes no servían para averiguar por qué los becarios participaban en Malinche sin tener visado de estudios, sin estar contratados y sin estar de alta en la Seguridad Social. La inspección de Trabajo determinó que los jóvenes “realizaban prácticas no laborales en la empresa” bajo el paraguas de una beca para “formación no reglada”.
El pasado jueves la jueza imputó a dos testigos que había citado a declarar. Se trata del director de la escuela Jana Producciones, que patrocinaba los estudios, y el administrador del hotel donde se alojaban los becarios y que es accionista de la producción de Malinche. La magistrada tomó la decisión al sospechar que ambos podrían haber simulado que los becarios eran estudiantes y no trabajadores.
Además, este lunes declaró también otra investigada, Susana J.F., que participó en la gestión de la llegada de los becarios. Estaban también citadas otras dos trabajadoras de la productora que no han comparecido, una por encontrarse fuera de España y otra por encontrarse de baja médica.
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