MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
El bosnio Ado Alagic, acusado en su país de crímenes de guerra, ha muerto en un hospital de Barcelona pocos días antes de que se celebrara en la Audiencia Nacional la vista de extradición en que la que se iba a decidir sobre su entrega. El hombre estaba aquejado de un cáncer y la vista se había fijado para el próximo día 13 de abril.
Alagic estaba reclamado por las autoridades de Bosnia-Herzegovina. En enero pasado quedó en libertad, de acuerdo con el criterio de la Fiscalía que consideraba los hechos ya prescritos. El Ministerio Público se oponía a la entrega porque los hechos sucedieron hace más de 20 años. Además, señalaba en su escrito que el delito de crímenes contra personas protegidas en caso de conflicto armado no estaba en vigor en el momento de la comisión de los hechos.
La petición ya fue analizada en la Sección Tercera de la Sala de lo Penal el pasado 3 de enero y resultó rechazada, acordando el juez la libertad provisional, sin fianza, del reclamado a condición de que fijara un domicilio en España y que estuviera a disposición de los tribunales. Una nueva vista de extradición fue fijada para el 24 de enero, pero finalmente fue aplazada.
Es el Tribunal Cantonal de Mostar el que reclamaba a Alagic por un delito de crimen de guerra contra la población civil, según el Código Penal allí vigente. Los hechos que se le atribuían sucedieron en octubre de 1993, cuando Alagic era guardián del campo de concentración de Gabela y miembro de la Brigada ‘Knez Domagoj’.
Según describe el escrito del fiscal, participó en “tratos inhumanos” e infligió “sufrimiento y daños corporales” a un civil que estaba recluido. Alagic y otros dos guardianes hicieron salir de su reclusión a la víctima, a la que obligaron a desnudarse en busca de dinero. El reclamado le golpeó en la cabeza con su pistola y le dio un puñetazo que le rompió varios dientes. Entre los tres guardianes le dieron una paliza con puñetazos, patadas y golpes en la cabeza con una barra “durante varios minutos”.
Con la víctima semiinconsciente, decidieron llevarlo a un bosque cercano para deshacerse de él. El recluso logró escapar, esconderse en el bosque y llegó a la sede del batallón español de Unprofor en Medjugorje. En ese momento se derrumbó inconsciente y tuvo que ser tratado para recuperarse, presentando diversas secuelas en la actualidad.
La Fiscalía explica que en la legislación española los hechos corresponderían a un delito contra las personas protegidas en caso de conflicto armado y a un homicidio en grado de tentativa, que no se incluyó en el Código Penal español hasta 1995, es decir, dos años después de que sucedieran los hechos. Además, esgrime el Ministerio Público, los hechos sucedieron hace más de dos décadas y por lo tanto habrían prescrito, por lo que se oponía a la entrega.
Alagic fue detenido en Barcelona el pasado 15 de septiembre mientras estaba ingresado en la clínica Plató de esa ciudad para tratarse de una enfermedad. En el momento del arresto portaba documentación falsa y no iba armado. Se estima que llevaba en España desde agosto de 2021, mientras que las autoridades bosnias emitieron una orden de detención internacional el 21 de febrero de 2022.
El pasado 12 de diciembre, el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional lo envió a prisión provisional, hasta que en enero se decretó su libertad. Su abogado se oponía a la extradición, entre otras cosas, por encontrarse en estado terminal.
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