MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El presidente provisional del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Rafael Mozo, va a convocar en las próximas horas el Pleno extraordinario que le pidieron el pasado viernes nueve vocales conservadores para tratar de eludir la aplicación de la reforma que modificará las mayorías para nombrar a los nuevos miembros del Tribunal Constitucional, bloqueada desde el pasado mes de septiembre.
Según la Ley Orgánica del Poder Judicial y el Reglamento del CGPJ, el presidente está obligado a convocar el Pleno que le sea solicitado por al menos cinco vocales. En concreto el artículo 35 del Reglamento del Consejo establece que el presidente deberá convocar el Pleno a los tres días de formalizarse la petición.
Al no haberse producido aún la convocatoria, el sector conservador se reunió para acordar los próximos pasos a dar. Estos vocales no descartan incluso la presentación de una querella contra Mozo por saltarse los citados plazos.
El CGPJ tenía convocado un Pleno ordinario para el próximo 22 de diciembre en el que se iba a intentar consensuar el nombramiento de los dos magistrados que debe designar para el Tribunal Constitucional y que debieron haberse renovado el pasado 13 de septiembre, como fecha tope.
Ahora que el PSOE y Unidas Podemos han impulsado una reforma de las condiciones de elección que permite los nombramientos por mayoría simple, los vocales conservadores tienen prisa por celebrar un Pleno extraordinario que eluda la aplicación de esta nueva normativa. Su objetivo es evitar a toda costa el nombramiento del magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés, que es el único candidato por los progresistas.
De acuerdo con la actual normativa, serían necesarios tres quintos de los 18 votos posibles en el CGPJ para designar los nuevos miembros del TC, es decir, son precisos 11 votos que ni los conservadores ni los progresistas alcanzan en solitario. Sin embargo, con la reforma sería suficiente tener mayoría simple, lo que en principio garantiza la elección de Bandrés pero deja en el aire la designación del candidato conservador, cuyo nombre no está siquiera sobre la mesa.
El objetivo del pleno extraordinario solicitado por los conservadores sería, por tanto, convencer al grupo progresista de que renuncie a su candidato, al que consideran cercano al Gobierno, por el magistrado Pablo Lucas y que apoyen al aspirante que finalmente propongan y que probablemente será el presidente de la Sala Tercera del TS, César Tolosa.
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