MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
La seleccionadora de fútbol femenino, Montse Tomé, declaró este viernes ante el juez que instruye el ‘caso Rubiales’, Francisco de Jorge, al que aseguró que la decisión de no convocar a Jenni Hermoso en el primer partido de la selección tras asumir el cargo se debió únicamente a “motivos deportivos” y no tuvo que ver con el escándalo derivado de la denuncia de la futbolista por el beso no consentido que recibió en la celebración de la victoria en el Mundial de Australia.
El magistrado había citado a declarar a Tomé a instancias de la defensa de su antecesor en el puesto de seleccionador, Jorge Vilda, que está imputado junto al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, en esta causa. Rubiales está imputado en la Audiencia Nacional por delitos de agresión sexual y coacciones, por el beso que propinó la jugadora de la Selección.
Tomé explicó al juez que fue Vilda la persona que le indicó que tenía que asistir a la Asamblea de la RFEF celebrada el 25 de agosto de 2023, en la que Rubiales aseguró que el beso a la jugadora fue un gesto espontáneo de alegría y consentido, al tiempo que afirmó que no pensaba dimitir.
La seleccionadora dijo al magistrado en su declaración como testigo que ella “no deseaba” acudir a esa reunión, pero que lo hizo impelida por la exigencia de Vilda. El magistrado ya pasó a procedimiento abreviado esta instrucción y dio un nuevo plazo posterior a esta declaración para la formulación de los escritos de acusación por las partes, en los que podrán alegar sobre el mantenimiento o no de la condición de investigado de Jorge Vilda.
El juez propuso en su auto juzgar a Rubiales por delito sexual y coacciones y también al director deportivo de la selección masculina, Albert Luque; al exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda; y al exresponsable de marketing de la Federación Rubén Rivera, por las presuntas presiones posteriores a las que se habría sometido a la jugadora para que accediese a realizar una manifestación pública afirmando que el beso había sido consentido.
En el auto de pase a procedimiento abreviado, el juez daba por finalizada la instrucción al considerar que se habían practicado todas las diligencias pertinentes, concluyendo que el beso a la jugadora “no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva” del investigado Luis Rubiales.
Posteriormente, la Sala de lo Penal estimó el recurso de Vilda y ordenó a instructor que tomara declaración como testigo a su sucesora en el cargo, por lo que ahora el juez fija esa declaración y suspende los plazos para la presentación de los escritos de las partes.
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