MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, llamó este martes a no extender “bulos” hacia los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, en referencia a que se haya denunciado en Cataluña el caso de un supuesto policía nacional que se habría infiltrado en grupos antisistema de Barcelona, donde habría mantenido relaciones sexuales con mujeres de este entorno.
Marlaska se refirió a esta cuestión en el Pleno del Senado, donde fue preguntado al respecto por el parlamentario de Más Madrid Pablo Gómez.
Este senador emplazó al titular de Interior a explicar si su departamento amparaba el uso de la “manipulación sexual como mecanismo indagatorio contra activistas sociales”, ya que esto era propio de “una dictadura”.
El ministro respondió que se quedaba “preocupado” porque “un responsable público extienda bulos hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, al tiempo que le reprochó sus “ideas preconcebidas” sobre cómo actúan los agentes.
“SE TRABAJA EN PREVENIR”
El titular de Interior apuntó que los agentes en “todas sus actuaciones” lo que hacen es aplicar “los principios de legalidad y los valores constitucionales”, de manera que estas ideas “forman parte de su día a día”.
Censuró que el senador de Más Madrid dude de las Fuerzas de Seguridad tanto en el caso del supuesto agente infiltrado en Barcelona como en el del asalto a la valla de Melilla del pasado 24 de junio. El ministro señaló que, a diferencia de lo que afirmaba el senador, la Fiscalía considera que los guardias civiles actuaron en este incidente conforme a la legalidad.
Asimismo, respecto al caso del supuesto agente infiltrado en grupos antisistema de Barcelona, Marlaska señaló que España es una “democracia no militante”, por lo que “no se persiguen” ideologías, sino “hechos” delictivos. Indicó que esto implica que desde las Fuerzas de Seguridad “se trabaja en prevenir” para evitar la comisión de delitos.
Por su parte, el senador de Más Madrid criticó que el ministro no hubiera rechazado de plano que un agente use la “manipulación sexual” para conseguir información, puesto que forma parte de las “prácticas políticas aberrantes que vulneran los derechos fundamentales”.
- Te recomendamos -