MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
La que fuera fiscal general del Estado hasta julio pasado, Dolores Delgado, prometió este martes su nuevo destino como fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo en un acto solemne en el que coincidieron, por primera vez, los presidentes provisionales del Tribunal Supremo (TS), Francisco Marín Castán, y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Rafael Mozo, escenificando así la bicefalia existente tras la dimisión de Carlos Lesmes, que aunaba los dos cargos.
Lesmes presentó su renuncia el 10 de octubre ante la “insostenible” situación de la justicia provocada por la no renovación del CGPJ, que lleva cuatro años con el mandato caducado. Antes de marcharse, encargó un informe al gabinete jurídico del Consejo que defendía su sustitución “automática” por Marín, que debía aunar las dos presidencias.
Pero la situación de rebeldía en el seno del CGPJ se extendió también a los criterios sobre su sucesión, y una amplia mayoría de 16 vocales prefirió apostar por que su sustituto provisional fuera el vocal de más edad: Rafael Mozo. Esa decisión ha sido recurrida ante el Supremo por el único vocal que votó en contra. Se trata del conservador Wenceslao Olea, que ha pedido al Supremo que anule su designación. También el secretario general del CGPJ ha impugnado la legalidad del pleno en el que se eligió a Mozo.
El recurso se presentó ayer lunes ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo, al que Olea pide como medida cautelarísima que anule la designación de Mozo como presidente del órgano de gobierno de los jueces. El plazo para decidir sobre esa medida expira mañana y la Sala ya está estudiando el escrito.
Así las cosas, este martes coincidieron por primera vez en un acto oficial ambos presidentes. El problema protocolario se resolvió de manera improvisada. En el acto de jura de Delgado y de la jefa de la secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, Ana García León, fue Marín Castán el que ocupó el asiento central en la tribuna, mientras que Mozo ocupó un sillón situado a un costado de la tribuna principal, sin nadie a su lado, y ocupando el lugar que se suele reservar para los representantes del Estado.
Delgado, que obtuvo el apoyo de sólo cinco de los 12 miembros del Consejo Fiscal, asciende así a la máxima categoría de la carrera fiscal por designación directa de su sucesor en la Fiscalía General del Estado, Álvaro Ortíz. En su jura del cargo estuvo apadrinada por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, y el fiscal togado de la Sala de lo Militar del Supremo, Juan Antonio Pozo Vilches.
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