MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
Los aliados parlamentarios del Gobierno, incluido Sumar, evidenciaron este martes sus discrepancias con el PSOE en materia de defensa y se alejaron de los postulados del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que quiere acelerar el aumento del gasto hasta el 2% del PIB sin aclarar si lo someterá a votación en el Congreso.
Estas discrepancias surgieron en un debate forzado por el PP, que elevó al Pleno una proposición no de ley con dos objetivos: que Sánchez asista a la cumbre del Consejo Europeo de esta semana “con una postura clara del Parlamento español en la que estén retratados todos sus socios”, y que las Cortes exijan al Ejecutivo que todas las medidas destinadas a aumentar el gasto en defensa cuenten con la autorización previa del arco parlamentario.
El texto cuenta con cinco puntos que, previsiblemente, se votarán el jueves por separado para concitar distintos apoyos e intentar que todos salgan adelante. Por ejemplo, el PP da por descontado que el PSOE apoyará ratificar el compromiso de cumplir el aumento del gasto “a la mayor brevedad posible”. Pero pretende lograr el acercamiento de partidos como Podemos para exigir al Gobierno que “cualquier decisión” relativa a la guerra en Ucrania o al gasto en defensa “sea debatida y aprobada por mayoría en el Congreso de los Diputados”, aunque los socialistas y Sumar se opongan.
Sumar, de hecho, afirmó que “por supuesto que todo” lo referido al gasto en defensa “tiene que ser discutido en el Parlamento”. “¿O ya hemos cedido esa soberanía en temas de defensa?”, se preguntó su diputado Agustín Santos. Pero rechazó apoyar ninguno de los puntos porque sería, a su parecer, hacerle el juego al PP y “entregar la cabeza del presidente del Gobierno en bandeja de plata”. “Eso es lo que se pretende con esta votación, no contarán con nosotros y llamamos a actuar unidos a toda la izquierda”, apostilló el que fuera ‘número dos’ de Yolanda Díaz en las listas por Madrid.
Ningún socio de Sánchez avanzó su sentido del voto a la espera de que el PP confirme si la iniciativa se votará en su totalidad o por puntos. Pero sí coincidieron en algunas de las cuestiones planteadas –menos el PNV, que no participó– y se abrieron así a aprobar varias aristas de la iniciativa. En concreto, ERC, Bildu y Podemos compartieron con el PP que cualquier compromiso en materia de defensa y cada partida destinada a este efecto debe deliberarse en el Congreso. No logró, sin embargo, el apoyo de Junts, que considera que eso es “imposible”. Los independentistas sí se mostraron a favor del resto de la iniciativa, pero invitaron al PP a centrarse en los “consensos” parlamentarios y no en las “diferencias” cuando se trata de un tema “tan importante” como la invasión rusa de Ucrania.
Del mismo modo, los socios de izquierda del PSOE discreparon de Sánchez con el aumento del gasto o la apuesta de España por fortalecer la OTAN, unas posiciones que defendió Obdulia Taboadela, la diputada socialista que intervino en el debate y coincidió con algunas de las proclamas del PP. Lo que no compartió con el partido de Alberto Núñez Feijóo fue, justamente, su petición de que el aumento del gasto se autorice en el Parlamento. Y recordó que fue José Luis Rodríguez Zapatero quien modificó la Ley de Seguridad Nacional para que intervenciones militares como la de Irak requieran del aval de los diputados. Por tanto, remachó que “lo que haya de venir al Congreso, vendrá”.
En este contexto, el PP tiene sobre el papel los apoyos suficientes para sacar adelante los cinco puntos de su iniciativa, siempre y cuando se voten por separado. Desde Bildu, el diputado Jon Iñarritu retó al PP a someter la propuesta al escrutinio en las Cortes en su conjunto para que decaiga, dando a entender que por separado sí podría apoyar algunas reclamaciones de la oposición. Mientras, en Podemos, fuentes consultadas por Servimedia avanzaron que “probablemente” su sentido del voto no será el mismo en todos los epígrafes.
La iniciativa del PP no tiene efectos vinculantes, pero supone un mandato expreso del Poder Legislativo al Ejecutivo, por mucho que el Gobierno pueda ignorarla. Al margen del gasto, la proposición insta también a Sánchez a “reafirmar el compromiso” de España con Ucrania, reclamar “la implicación de la Unión Europea en cualquier negociación para acabar con la agresión rusa”, y “defender el vínculo transatlántico” con Estados Unidos “dentro del respeto entre todos sus componentes”, es decir, sin una guerra arancelaria.
PIQUE ENTRE PP Y VOX
Durante el debate parlamentario, el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, afirmó que el Gobierno es un “puzle de contradicciones” en materia de defensa. Y reiteró que Sánchez “solo habla por una parte del Gobierno” mientras se sostiene “por unos partidos que ni creen en Europa ni en la OTAN”, por lo que “no está en condiciones de comprometer absolutamente nada” en el Consejo Europeo y menos cuando actúa “de espaldas al Congreso”.
Por ello, emplazó a los socios de Sánchez a mantener en la votación la misma posición que expresaron durante “la ronda de cafés” con el presidente del Gobierno en La Moncloa. Y cargó contra Vox por su “seguidismo” al presidente de EEUU, Donald Trump, y por ser “tan poco patriotas” cuando se trata de defender “los intereses de agricultores y empresarios”.
La intervención de Sémper desató varios reproches de la bancada del partido de Santiago Abascal. Y su diputado Alberto Asarta negó acto seguido los “seguidismos” al tiempo que defendió que Estados Unidos debe ser el “único interlocutor” en las negociaciones de paz porque Europa es “irrelevante e inoperante para la resolución del conflicto” en Ucrania, y defendió que es “evidente” que “la financiación de la guerra ha caído en gran parte” sobre los norteamericanos, en contra de lo que dice Europa y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
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