MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
El secretario general de Izquierda Española y cabeza de lista a las elecciones europeas, Guillermo del Valle, ha sintetizado el enfoque de la campaña electoral de su partido como una crítica tanto al PP y Vox como a los nacionalismos catalán y vasco de los que depende parlamentariamente el Gobierno español.
En una entrevista en Servimedia, Del Valle resumió las críticas que su formación ha venido expresando, en su arranque de campaña en Ripoll (Gerona), su acto central en Barcelona y otras visitas a ciudades como Valladolid, capital de Castilla y León, una región donde gobiernan PP y Vox, o Andoain (Guipúzcoa), municipio en el que eligió como emplazamiento para su discurso el lugar preciso donde ETA asesinó al periodista José Luis López de Lacalle.
Al PP y Vox les recriminó que “no se toman en serio España” porque el país “es mucho más que el cuarto de banderas”, de forma que, aunque “hablan todo el rato de identidades”, a la vez ponen en duda la soberanía agraria aliándose, por lo que respecta a Vox, con dirigentes europeas como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y la líder francesa Marine Le Pen. Así, enjuició que la defensa que hacen el PP y Vox de España y la igualdad “es una defensa endeble” y “muy poco seria”.
Sin embargo, a la vez, Del Valle remarcó que, si se ha de ir a Europa a combatir a la extrema derecha, se ha de ir con la “brújula” de detección de partidos de esa ideología “en correcto funcionamiento”. A su entender, la del PSOE y Sumar está “completamente rota” y “destrozada”, porque mientras ataca a Vox “pacta con Junts” y “se subordina a lo que manda el señor Puigdemont”, líder de ese partido que es “aliado de la Liga Norte” y de la extrema derecha flamenca”, que son “señores que participan de tesis racistas y xenófobas”.
Finalmente, el cabeza de lista de Izquierda Española hemos denunciado también los pactos del Gobierno con EH Bildu, que “viene de la justificación del totalitarismo nacionalista criminal de la banda terrorista ETA”. En definitiva, el partido, creado en enero, ha “querido poner en valor la tradición de la mejor izquierda”, una “que defienda la igualdad y los derechos fundamentales de las personas y que se oponga al nacionalismo”, algo que piensa que en Europa “es muy pertinente”.
“El nacionalismo es la guerra”, identificó citando al expresidente socialista francés François Miterrand. “La negación de la solidaridad y de la fraternidad”, continuó él. “Subordina los derechos de ciudadanía a los presuntos derechos de los pueblos, de las etnias, de las razas. Eso es la negación de los valores de la Internacional, de los valores socialistas, de los valores de fraternidad; de los valores de derribar, muros y fronteras y construir espacios supranacionales más amplios”.
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