MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La Guardia Civil, con la colaboración de Europol, ha desarticulado en el marco de la operación ‘Miltruck Frenchi’ una organización criminal dedicada al tráfico internacional de drogas asentada en Barcelona. La banda introducía la droga en España a través de contenedores marítimos de productos aparentemente legales, como maquinaria industrial y frutas tropicales.
Según informó la Benemérita, la investigación se inició en 2022 cuando las autoridades intervinieron 620 kilogramos de cocaína ocultos en el interior del rotor de un generador eléctrico, importado desde una empresa de Panamá. Tras este hecho se establecieron alertas para seguimientos de envíos vinculados a esta empresa.
Unos meses después, se detectó en el aeropuerto de Madrid-Barajas otro envío con 200 cajas de piñas y en su interior se hallaron más de 62 kilogramos de cocaína. La droga encontrada fue objeto de una entrega controlada en Barcelona que permitió identificar a miembros de la red y continuar la investigación.
Durante la operación se incautaron más envíos de droga en diferentes puertos internacionales. Entre ellos destacan la intervención de tres contenedores en Panamá con un total de 4.100 kilogramos de cocaína; dos contenedores más en España uno con 700 kilogramos y otro con 1.600 kilogramos de cocaína. Estos hallazgos permitieron a los investigadores conocer más a fondo la estructura delictiva de la organización.
El Instituto Armado explicó que la red operaba con una estructura jerárquica bien definida desde inversores y testaferros hasta personal portuario encargado de facilitar la extracción de la droga, pasando por distribuidores y encargados del blanqueo de los beneficios.
ALIAS ‘LUCKY’
En la cúspide se encontraba el líder de la organización bajo el alias de ‘Lucky’, quien coordinaba las operaciones y ocultaba su implicación utilizando un testaferro para realizar transacciones legales y bienes adquiridos con dinero ilícito. Bajo ‘Lucky’ operaban dos lugartenientes con los alias `’Bugatti’ y ‘Negro’.
La banda contaba con un trabajador portuario que controlaba los movimientos de la mercancía oculta en contenedores. Los ‘rescatadores’ se encargaban después de que el cargamento llegara a los mercados locales e internacionales.
Finalmente, en la operación desarrollada en varias fases se detuvo a 25 personas y se realizaron 29 registros en Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga y Cádiz.
SEIS MILLONES
Durante los registros se hallaron más de seis millones de euros en dinero en efectivo que estaban distribuidos en domicilios y vehículos con compartimentos ocultos.
También se incautaron 15 relojes de lujo junto con joyas de alto valor económico y 29 vehículos de alta gama utilizados para el transporte de droga y dinero. Además, se intervinieron 34 dispositivos electrónicos, móviles, ordenadores, drones, discos duros, varios sistemas de inhibición de frecuencia y escrituras notariales y otros documentos vinculados a propiedades y activos relacionados con actividades de blanqueo de capitales.
Con respecto a los estupefacientes en España se intervinieron 3.000 kilogramos de cocaína, 144 plantas de marihuana, así como equipamiento especializado para su cultivo. En Panamá se incautaron un total de 4.100 kilogramos de cocaína.
Entre los efectos intervenidos se encontraron 48 armas de fuego, incluyendo un fusil de asalto AK-47, armas largas automáticas, subfusiles de asalto, escopetas, armas cortas con silenciador y revólveres. También se encontró una colección de 38 armas de fuego históricas, así como una gran cantidad de munición, pistolas eléctricas incapacitantes y puños americanos.
La operación ‘Milktruck Frenchi’, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Lleida contó con la colaboración de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) y la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA).
Dentro de la colaboración internacional se compartió información con Costa Rica, Panamá, Dubái y Colombia a través del Centro de Inteligencia Criminal Antidroga, dirigido por la Guardia Civil en el marco del Proyecto GDIN, financiado por la Comisión Europea.
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