MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
El expresidente del Gobierno, Felipe González, criticó el “cambio de opinión” del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, respecto a la política con el expresident catalán Carles Puigdemont y destacó que no conoce “más que a un PSOE personalista” si le hablan del proyecto socialista.
“Cada vez que uno trata de apoyarlo, éste cambia de posición”. Son las palabras de González este viernes en una entrevista en ‘La mirada crítica’ de Telecinco recogida por Servimedia, en la que explicó que Sánchez ha cambiado de opinión respecto al expresidente de la Generalitat de Cataluña.
“No sé si eso es hacer una necesidad virtud”, criticó sobre el giro. “Yo estoy siempre dispuesto a ayudar a los dirigentes de mi partido, si se dejan ayudar, pero que no pretendan si cambian 23 veces al día de posiciones que cambiemos los demás”, zanjó tajante.
Así, opinó que lo de Puigdemont “habría que calificarlo de rebelión”, pese a que él pensaba que era “sedición” y la sala segunda del Tribunal Supremo le dio la razón a González, según contó para criticar después que, respecto a esto, “el Gobierno cambio su posición completamente y, no sólo cambió la legislación, sino que desapareció el delito de sedición”.
González reprochó que “estamos llegando a tal ridículo” que “parece que dependería de Puigdemont que hubiera o no cuestión de confianza” y añadió que la cuestión de confianza “es una decisión personal” del presidente, mientras que la moción de censura “es una decisión de la oposición”.
“UN VODEVIL”
El expresidente consideró “un disparate” que Sánchez tuviera que ir a Waterloo para verse con Puigdemont y se preguntó, además, “¿Para qué serviría? si no hay Presupuestos”.
“¿Se va a discutir qué necesitas tú para que yo presente un presupuesto que tú aceptes? Eso no es aceptable ni tolerable”, esgrimió y añadió “hasta qué punto estamos distorsionando la política”.
Así, se mostró rotundo y dijo que espera que “en ningún momento” Sánchez “ceda” a lo que le piden los independentistas porque “¿hasta dónde vamos a llegar?”, se pregunto asemejando la actualidad política a un “vodevil”.
El expresidente recordó que “hace mucho” que no habla con Sánchez, “desde el anterior congreso del PSOE porque me invitó y le dije que iba”. Así, recalcó que él no busca, sino “los que quieren hablar conmigo, hablan” para lamentar que en el partido vienen “preocupados y alterados”.
“Se puede ser muy leal en un partido siempre que la lealtad sea a un proyecto y a quien lo dirija, pero la lealtad puramente personal no dirige un proyecto. No conozco más que a un PSOE personalista”, inquirió y señaló que “si ha podido ser secretario general del PSOE Sánchez, ¿por qué no ha podido haber otros?”.
González recalcó que Sánchez “nunca ha sido mi candidato, pero eso no significa nada” y “tampoco” consideró que haya tenido la capacidad de seleccionarlos, guardándose así quién podría ser un buen líder en el partido para evitar “perjudicarle”.
Del exlíder del PSOE madrileño, Juan Lobato, contestó que “no está herido de muerte”; mientras que ve “bien” al presidente castellanomanchego Emiliano García-Page. “Me encanta verlo y no creo que él esté aspirando a ser candidato, pero lo veo bien, con capacidad de gestión, coherencia y mantiene sus posiciones”, zanjó.
VIVIENDA
Por otro lado, González puso atención y consideró que “lo más importante que ha ocurrido estos días es que las dos grandes fuerzas hayan puesto el foco en el problema de la vivienda”, en relación a las dos propuestas sobre esta materia realizas por PSOE y por PP.
González destacó que “a los mejor les da un ataque extemporáneo de lucidez y se ponen de acuerdo” en solucionar el problema de la vivienda en España. El expresidente señaló que “es positivo que coincidan” porque “es necesario abordar el tema de la vivienda para irlo resolviendo y que comprendan que la mayor parte de la competencias están en las comunidades y que el Gobierno central tiene responsabilidad”.
Asimismo, opinó que las comunidades autónomas “no pueden tener una sola política de vivienda porque hay situaciones diferentes” y “ambas fuerzas políticas saben que ninguno por separado lo puede resolver y la voluntad debería ser en ponerse de acuerdo”.
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