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Gobierno y PP ‘bunkerizan’ la renovación del CGPJ en la recta final del ultimátum de Sánchez

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MADRID, 22 (SERVIMEDIA)

Tanto el PSOE como el PP encaran los últimos días del ultimátum que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dio al principal partido de la oposición para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con total hermetismo y a la espera de un guiño de la otra parte.

Ambos partidos han ‘bunkerizado’ el asunto. Solo los núcleos duros de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo conocen los pormenores del diálogo, que se precipitó cuando el jefe del Ejecutivo dio 15 días a la oposición para alcanzar un pacto.

Sánchez avisó el pasado 12 de junio de que, si el PP no cede antes de que termine el mes, dará “una respuesta” al bloqueo en la renovación del CGPJ, que suma más de cinco años con el mandato caducado. Y se abrió a quitar a este órgano la facultad de elegir a los magistrados del Supremo y cada Tribunal Superior de Justicia para neutralizar el “incentivo perverso” que, en su opinión, tiene el PP para no interesarle cerrar un trato.

Acto seguido, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, escribió al interlocutor del PP, Esteban González Pons, para reunirse con la máxima prontitud. Pons, sin embargo, elevó el asunto a la Comisión Europea y denunció que Sánchez trataba de “desestabilizar” las conversaciones con este “chantaje”. Y pidió una reunión urgente a tres en el marco de las negociaciones supervisadas por Bruselas, que, no obstante, reclamó a ambos partidos propuestas concretas antes de celebrar un nuevo encuentro.

EL “PLAN A”

Ahora las dos partes esperan un guiño de su interlocutor antes de decidir una fecha para verse de nuevo. El Gobierno considera que no ha habido avances a pesar de que el PP ha dejado de exigir en público una reforma del sistema de elección para que los jueces elijan a sus pares, ya que ahora se limita a hablar de “avanzar” en la independencia del Poder Judicial.

En La Moncloa consideran que estas declaraciones son “difíciles de interpretar”, más cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha aseverado que “va la democracia en ese cambio” del sistema de elección de los vocales del órgano de gobierno de los jueces. El PSOE lleva semanas tratando de colocar a Ayuso como la “jefa” de Feijóo y la razón por la que el PP no firma un pacto que se podría rubricar “en 15 minutos”.

En esta coyuntura, el “plan A” del Gobierno es llegar a un acuerdo entre ambos partidos de Estado si los elementos “más extremistas” del PP “dejan” a Feijóo. Si no, activará el “plan B”, que pasaría por consumar el ultimátum de Sánchez.

Bolaños ha incluido en estas negociaciones los nombramientos del gobernador y el subgobernador del Banco de España, según fuentes conocedoras de las conversaciones. Estas designaciones corresponden al Gobierno. Pero la tradición es que el Ejecutivo elija a un gobernador con el visto bueno del principal partido de la oposición, a la vez que éste escoge a un subgobernador del agrado de Moncloa. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quiere que esta cuestión esté zanjada antes del 18 de julio, cuando el Banco Central Europeo (BCE) celebrará su próxima reunión de política monetaria.

GÉNOVA NO VE VOLUNTAD

En Génova insisten en su disposición a cerrar un pacto, sobre todo porque dan por hecho que, si no se logra con el CGPJ, el Gobierno actuará por su cuenta con el Banco de España, entre otros organismos. Pero acusan al Gobierno de estar “pinchando” para que no salga un acuerdo y Sánchez pueda consumar su ultimátum, por el cual no se sienten “interpelados” al haberse producido fuera de la negociación supervisada por Europa.

En el seno del principal partido de la oposición hay división, con voces del ala más conservadora que se oponen a renovar el CGPJ sin una reforma simultánea del sistema de elección de sus vocales. Sin embargo, las voces más moderadas apuestan por ceder –siempre y cuando lo haga el Gobierno también– porque, “aunque luego no se entienda en la barra de la cafetería”, eso es hacer “política de Estado”. Sí existe un consenso en el cuándo cerrar el acuerdo: una vez termine el plazo del ultimátum de Sánchez, es decir, en julio.

Sea como sea, los dirigentes de los núcleos duros de PSOE y PP rehúsan dar detalles de cómo avanza el asunto y evitan a los periodistas por los pasillos del Congreso. “Eso lo aprendí de Rajoy, las estrategias no se cuentan, se ejecutan”, resume una diputada del PP.


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