MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, intervendrá este viernes ante los medios de comunicación para hacer balance del 2024 con el foco puesto en los “escándalos” judiciales y políticos del Gobierno, mientras trata de activar a su partido para un 2025 que cree será “muy intenso” y en el que “todo es posible”.
El acto tendrá lugar a las 11.30 horas en el Espacio Jorge Juan de Madrid y contará con la presencia de varios miembros de la dirección nacional, que se reunieron en la tarde del jueves en Génova para cerrar los últimos flecos del que será el último discurso de Feijóo antes de tomarse las uvas, siempre y cuando no haya ninguna sorpresa en los pocos días que restan de año que alteren la hoja de ruta.
“Es un Gobierno que deambula a la espera de lo que mande Puigdemont, de lo que mande Junqueras y de lo que cante Aldama”, resumió hace 10 días en su balance ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, en el que pidió a sus compañeros prepararse para un 2025 “muy intenso”.
Con un discurso similar, Feijóo dará por concluido su tercer año en Madrid. Otra vez en la oposición, aunque se ve cada vez más cerca de La Moncloa. Génova ha acogido con satisfacción los últimos sondeos y afronta las futuras elecciones como una batalla de los bloques que Feijóo se propuso “derribar”. “Hemos pasado del bipartidismo al bibloquismo”, reconoció la semana pasada el presidente del PP en una conversación informal con periodistas durante la copa de Navidad de su partido.
Hay encuestas que auguran que PP y Vox sumarían juntos hasta 195 escaños, 20 más de los necesarios para sumar una mayoría absoluta. Y, según afirmó Feijóo la semana pasada en la misma conversación con periodistas, Génova maneja encuestas que estiman que el PSOE “no superaría el 27%” en porcentaje de voto, es decir, que perdería casi cinco puntos con respecto a las elecciones generales del 23 de julio de 2023 si los españoles votaran hoy.
A pesar de ello, el líder del PP ve posible que Sánchez convoque elecciones para “cortar la hemorragia” del PSOE, pero reiteró que “todo es posible” porque ni el presidente del Gobierno sabe lo que finalmente hará. Hay miembros de la dirección consultados por Servimedia que hablan del mes de marzo como periodo preelectoral.
La otra tesis que han asumido en Génova es que Sánchez buscará, con la connivencia de sus socios, agotar la legislatura y llegar hasta 2027 sin unas nuevas elecciones generales. En ese caso, confían en que Junts o Podemos, los más díscolos con el Gobierno, acaben dándole la espalda. También esperan que los casos judiciales que salpican a su Ejecutivo, su partido y su entorno hagan que los aliados de Sánchez se replanteen su apoyo, especialmente, el PNV, pero por el momento su estrategia de desgaste no ha cosechado ningún fruto.
SIN COMUNICACIÓN CON SÁNCHEZ
En este contexto, Sánchez y Feijóo han roto todos los puentes y no mantienen ninguna línea de comunicación. El año arrancó con el acuerdo para reformar la Constitución y reemplazar la palabra “disminuido” por “persona con discapacidad” en su artículo 49. Y prosiguió con el pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras cinco años con el mandato caducado. Pero finalizará sin que ambos se hayan intercambiado siquiera un mensaje de WhatsApp. Tampoco con la catástrofe provocada por la dana en Valencia, donde fallecieron 223 personas.
El 22 de diciembre de 2023 fue la última vez que se reunieron y desde entonces su relación personal se ha deteriorado hasta alcanzar límites insospechados. José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, por ejemplo, estuvieron año y medio sin reunirse –entre 2008 y 2010–, pero en todo momento mantuvieron vivo el diálogo y se telefonearon cuando Al Qaeda secuestró en 2009 a tres cooperantes españoles en Mauritania. El propio Rajoy tenía también la costumbre de celebrar un encuentro al año con Sánchez. Y en los primeros años de la democracia, Felipe González y Manuel Fraga se veían aproximadamente una vez al mes como prometió el expresidente socialista.
Los “escándalos” judiciales del Gobierno han hecho mella en la relación entre ambos y afecta también a la relación entre los partidos. Tras la renovación del CGPJ, PSOE y PP veían allanado el camino para cerrar nuevos pactos de Estado. Pero finalmente Sánchez se saltó la tradición democrática de nombrar a un gobernador del Banco de España que contara con el visto bueno de la oposición y apostó por José Luis Escrivá pese a la oposición del PP, reformó el sistema de elección de los vocales de RTVE y eligió la cuota del Congreso con sus socios parlamentarios, y ambos siguen siendo incapaces de acordar una reforma legal para reubicar a los menores migrantes mientras se recrudece la crisis en Canarias.
RELACIÓN CON VOX
La crisis migratoria ha tenido un papel protagonista en el 2024 de Feijóo. De hecho, su decisión de respetar el reparto de menores acordado en 2022 supuso la ruptura con Vox en los gobiernos de Aragón, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia. Y es el motivo que esgrime el partido de Santiago Abascal para amenazar al PP con la posibilidad de tumbar sus presupuestos autonómicos para 2025.
Fuentes populares rechazaron “interpretar” qué hará finalmente Vox, aunque se preparan para un movimiento “asimétrico”. En otras palabras, contemplan ya la posibilidad de que rompan en algunas comunidades. Donde todo parece más encarrilado es en la Comunidad Valenciana, que necesita de unas nuevas cuentas públicas para afrontar los estragos de la dana. Por el contrario, en Castilla y León y Baleares la fractura es muy grande y sus presidentes, Alfonso Fernández Mañueco y Marga Prohens, ya miran a su izquierda para tratar de dar estabilidad a sus comunidades.
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