COLLADO VILLALBA (MADRID), 31 (SERVIMEDIA)
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, asumió este jueves que su intento de investidura no le llevará al Gobierno pero insistió en defender que con él llevará al Congreso la idea de igualdad entre los españoles, y advirtió al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de que, con sus dependencias parlamentarias, su Ejecutivo será “débil” y “resistir no es gobernar”.
Feijóo cerró el acto de inauguración del curso político del PP de Madrid, en Collado Villalba, en el que se intercambió parabienes por sus respectivos resultados electorales con la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, quien le precedió en el uso de la palabra, y con la que se solidarizó por el “apartheid” al que cree que le ha sometido el Gobierno de Sánchez. A cambio, ella respaldó tácitamente su intento de ser investido. Los dos, la alcaldesa del municipio, Mariola Vargas, y la propia megafonía insistieron en recordar que el PP fue el partido ganador de las elecciones generales de julio.
El líder del PP justificó que “esa responsabilidad hay que gestionarla pase lo que pase”, porque además el Rey le ha encomendado intentar la investidura, pero admitió que “no son todas las posibilidades reales para que la investidura fructifique”. “Quizás este proceso no me lleva a la investidura pero sí va a llevar a la política nacional y al Congreso de los Diputados la igualdad de los ciudadanos, la dignidad de las instituciones y las prioridades de las familias”, abundó más tarde.
Según interpretó en otro momento, su intento de aspirar a ser investido “molesta” a los socialistas porque “les recuerda que hemos ganado las elecciones y el Partido Socialista ha vuelto a perder”, y también que el PP defienda la igualdad y políticas de Estado “porque les retrata” y revela que “lamentablemente el PSOE ha dejado de ser un partido de Estado”.
Después de enumerar los seis acuerdos nacionales que le propuso ayer a Sánchez, Feijóo conjeturó: “A un partido de Estado le deben interesar los pactos de Estado. Así nos lo enseñaron nuestros mayores y es que hemos vivido durante estos 45 años gracias a los pactos de Estado”. Por el contrario, opuso, los socialistas “no quieren un solo pacto salvo con aquéllos que quieren destruir el país”, y que por tanto “son pactos anti-Estado”.
Como ayer en su rueda de prensa tras la reunión con Sánchez, el líder del PP hizo bandera de la nación de “libres e iguales” y prometió no adquirir “ninguna deuda que perjudique a los intereses generales y me beneficie a mí”, y deslizó que los españoles no fueron a votar programas electorales que propugnaran amnistías ni referéndum de independencia.
BENEFICIOS PARA UNOS O PARA TODOS
Así, presumió de que, aunque no sea el próximo mes, él no alcanzará la Presidencia del Gobierno “por atajos a costa de la igualdad de los españoles, sino a través de los principios que compartimos la mayoría”. También prometió escuchar a los presidentes autonómicos que le lleven demandas que, beneficiando a una parte de los españoles, “al final beneficien a la totalidad de los españoles”.
En cambio, rechazará beneficios para los independentistas “a costa de los propios vascos y catalanes”, y lo justificó en contraposición tácita con el PSOE: “Nosotros sí somos libres para aceptar aquello que cabe en la Constitución y para decir que no a aquello que excede la Constitución”.
El presidente del PP aventuró que “los que a mentir le llaman cambiar de opinión, los que a pactar le llaman coincidir en las votaciones, los que a perder le llaman ganar, están demasiado ocupados buscando cómo llamar a una amnistía inconcebible en un país europeo, a un referéndum de independencia perseguido y absolutamente prohibido por la Constitución Española y a unos privilegios presupuestarios que pagan otros y los disfrutan pocos”. “Pero eso ya tiene un nombre, no es necesario meterse en la fábrica de eufemismos socialistas, porque eso es desigualdad”, sentenció.
Reiterando su mensaje de ayer de que “el 94% no puede depender del 6%”, advirtió de que un Gobierno en el que convivirán 24 partidos será “más débil” y por tanto “los independentistas son más fuertes que nunca”. Por eso, reiteró su idea de que “hay una alternativa al chantaje” y advirtió de que “resistir no es gobernar”, sino que “gobernar implica desgastarse en el Gobierno para que no se desgaste tu país” y “renunciar a poner la nación al servicio de una persona”.
Por eso, centrándose personalmente en Sánchez, le acusó de perseguir “el beneficio de un candidato a costa de la nación, de la Constitución o de la dignidad de los ciudadanos”, y de que “su único objetivo es él” y “su ego, olvidándose de la igualdad de los españoles”. Y le espetó directamente: “¿Para qué quieres el poder? ¿Para destruir tu país, para dárselo a aquéllos que lo han perdido en las urnas, para servirte o para servir a 11 millones de españoles?”.
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