MADRID/BRUSELAS, 20 (SERVIMEDIA)
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aseguró este jueves que ve “tintes racistas y xenófobos” en el reparto de menores extranjeros no acompañados que acordó el PSOE con Junts, aunque destacó que comprende la situación que está viviendo Canarias con la llegada de estos menores.
Tras asistir a la cumbre de líderes del PPE en Bruselas, el jefe de la oposición española señaló que “no se pueden repartir menores inmigrantes en función del color político que gobierna en cada comunidad autónoma”. A su juicio, es “una falta de respeto” a los menores y a “los principios básicos de no arbitrariedad y de igualdad” que tachó de “inadmisible”.
Con ello, subrayó que el PP no puede “aceptar” que el reparto se haga en función de quién gobierna cada comunidad autónoma, más cuando “de los 4.000 menores, 800 se van a Andalucía; 800, a Madrid; y 20 o 30, a Cataluña”. “No tiene un pase, no se puede aceptar”, incidió, recalcando que se trata de una política “racista y xenófoba”.
Feijóo criticó que la “falta” de política migratoria del Gobierno ha producido “resultados lamentables”, ya que los datos publicados reflejan que en el último año “han muerto más de 10.000 personas intentando acudir a las costas españolas”. El “efecto llamada del Gobierno y la falta de control de las mafias en origen y en destino”, alertó, está produciendo “estos resultados catastróficos”.
Asimismo, afirmó que comprende “perfectamente” la situación de Canarias y “ante el efecto llamada que ha patrocinado el Gobierno de España”, lo que tiene que hacer el Ejecutivo central es “asumir sus responsabilidades” y hacerse cargo de los menores que están en Canarias desde hace meses.
En este sentido, abogó por acoger a estos menores “con recursos propios del Gobierno central y en sus instalaciones y no trasladar este problema a las comunidades autónomas que están con sus centros de menores al 100% de ocupación como mínimo” y, en otros casos, “superando el 150% y en otros el 200% de ocupación”. Finalmente, el líder del PP defendió que uno “ha de ser responsable de sus propias competencias” y que las de inmigración y extranjería “son exclusivas del Gobierno”.
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