MADRID, 29 (SERVIMEDIA)
La dirección nacional del PP desoirá las críticas internas y continuará en 2025 con su estrategia de presentar iniciativas legislativas que puedan ser susceptibles de ser apoyadas por Junts y PNV, los socios de Pedro Sánchez que tienen afinidad ideológica con los populares en asuntos como la fiscalidad.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue cristalino en su balance del año y defendió sus últimos pactos con los posconvergentes, aunque evitó en todo momento referirse a ellos como acuerdos y lo minimizó a “coincidencias” en el voto. De hecho, puso tierra de por medio con el líder de Junts fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, y dijo que Sánchez lo “debería detener” y no aceptar “fotografiarse” con él.
“Decir que el PP está haciendo cosas parecidas al señor Sánchez creo, honradamente, que es un insulto a la inteligencia de los españoles”, añadió ante los recelos suscitados por los últimos acercamientos del PP a Junts. También remarcó que el presidente del Gobierno ha cerrado acuerdos “ilegales, inconstitucionales y amorales” con Puigdemont como la ley de amnistía, mientras que su partido ha logrado el apoyo de los independentistas catalanes rebajar los impuestos en unos 6.500 millones de euros.
Lo cierto es que PP y Junts mantienen un diálogo fluido desde antes del parón estival, aunque las fuentes consultadas lo delimitan siempre al ámbito parlamentario y rechazan que se haya despachado sobre una hipotética moción de censura contra Sánchez. Pero, en esencia, los populares han normalizado a Junts como un interlocutor más en el Congreso, como admitió implícitamente su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, la semana pasada.
“Nosotros hemos hablado con todos los partidos políticos de la Cámara a excepción de Bildu, que es un partido con el que no mantenemos relaciones en el ámbito parlamentario. Todo lo que nos permita bajar impuestos a los ciudadanos, estamos en condiciones de negociarlo y pactar con todos los partidos que tienen representación en la Cámara. Lo hemos hecho aquí, lo estamos haciendo en el Senado y lo volveremos a hacer aquí si hay un marco suficiente”, dijo.
En esas interlocuciones participa también Podemos. La relación entre ambos partidos ha mejorado desde la salida del partido dirigido por Ione Belarra del Gobierno y, aunque no ha dado muchos frutos, la formación morada ha generado alguna sinergia con el PP. Hace solo un mes, se aliaron para tumbar el impuesto al diésel con Vox y UPN. Pero las diferencias programáticas complican cualquier acercamiento, que sería meramente estratégico.
A la espera de ver si se explota o no esta vía, en Génova creen que la viabilidad de la legislatura pende de un hilo que manejan tanto Junts como Podemos. Feijóo retira de esa ecuación al PNV. La semana pasada, en una conversación informal con periodistas durante la copa de Navidad del PP, ya asumió que los nacionalistas vascos se han convertido en un “socio estructural” de Sánchez por su alianza en el País Vasco, donde los socialistas siempre tienen la opción de dar la espalda a los ‘jeltzales’ y aupar a Bildu a la Lehendakaritza.
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