MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
El presidente del Senado, Ander Gil, aseguró en la noche de este lunes que la Cámara Alta no puede “sino acatar y dar cumplimiento a la resolución del Tribunal Constitucional (TC)”, aunque denunció “un grave quebranto de nuestro sistema democrático” y se reservó la posibilidad de estudiar “las vías para preservar la autonomía parlamentaria” una vez conocido y analizado el contenido y alcance de la resolución.
En una declaración institucional desde la Cámara Alta, Gil hizo este pronunciamiento para valorar la decisión del Constitucional de ordenar la suspensión de la tramitación parlamentaria de la reforma legal del Código Penal vía enmienda emprendida por el PSOE y Unidas Podemos.
Pese a asegurar que el Senado acatará la decisión del tribunal de garantías, que atiende así el recurso de amparo solicitado por el PP, Gil subrayó que “sustraer al Poder Legislativo la tramitación y la votación parlamentaria de cualquier iniciativa en las Cortes Generales supone un grave quebranto de nuestro sistema democrático, y nos conduce a todos a una crisis institucional del Estado sin precedentes en nuestra democracia”.
En todo caso, afirmó que no cabe “sino acatar y dar cumplimiento a la resolución del Tribunal Constitucional”, actuando de conformidad con las previsiones legales y constitucionales, aunque subrayó que esto “no será obstáculo para que, una vez conocido y analizado el contenido y alcance de la resolución, se estudien las vías para preservar la autonomía parlamentaria”.
“Hoy es un día insólito para la democracia”, sostuvo Gil, para quien la medida adoptada por el Tribunal Constitucional “sin haber escuchado en ningún caso a las Cortes Generales” supone “un triste punto de inflexión en nuestra historia reciente”. “En 44 años de democracia, jamás se había despojado a las Cortes Generales de su facultad de legislar”, resaltó.
La inviolabilidad de las Cortes Generales, prosiguió, “queda de este modo seriamente comprometida” porque “el proceso legislativo ha sido interrumpido”. Según apuntó, la decisión del TC suspende la tramitación de una ley en curso, lo que “impide a los legítimos representantes de la soberanía popular ejercer sus funciones y debatir o votar la norma en los términos establecidos por el ordenamiento jurídico”.
Tras destacar que “no existe precedente alguno equiparable a la situación en la que hoy nos hallamos”, señaló “la gravedad de la situación a la que hoy nos enfrentamos”. “Se está dando un paso de difícil retorno en la degradación de nuestro sistema democrático”, apostilló el presidente de la Cámara Alta, donde estaba previsto que se votara la reforma exprés del Código Penal este jueves hasta el pronunciamiento del TC.
Gil recordó que “fue Gregorio Peces-Barba, ponente del texto constitucional y uno de los primeros presidentes del Congreso de los Diputados, quien introdujo mediante una enmienda ‘in voce’, en el artículo 66 de la Carta Magna, la garantía de inviolabilidad de las Cámaras”. En su defensa alegó que “la importancia fundamental del poder legislativo y de sus funciones hacen que las Cortes Generales no puedan ser ni interferidas ni coaccionadas, ni en sus propias funciones, ni en los locales donde las desarrollan”, rememoró.
Sostuvo en este punto que esta previsión ha sido considerada por el propio Tribunal Constitucional como condición necesaria para asegurar la plena independencia de las Cámaras y, por ende, para el normal funcionamiento de la democracia. Esto le llevó a aseverar que “sustraer al Poder Legislativo la tramitación y la votación parlamentaria de cualquier iniciativa en las Cortes Generales supone un grave quebranto de nuestro sistema democrático, y nos conduce a todos a una crisis institucional del Estado sin precedentes en nuestra democracia”.
“Pero mucho más grave resulta, aún si cabe, hacerlo mediante la instrumentalización de quien tiene como principal cometido garantizar la estabilidad del sistema constitucional”, apuntó. “Al profundo menoscabo de las instituciones del Estado generado por el injustificable bloqueo del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, se suma ahora la instrumentalización de este último órgano por parte de quienes, irresponsablemente, han tratado de obtener de él lo que no pueden extraer del debate legislativo ante las Cámaras”, agregó.
En palabras de Gil, “la utilización tacticista que se está haciendo de un pilar fundamental de nuestro sistema democrático, como es el Tribunal Constitucional, cuando se le obliga a tomar partido en el juego parlamentario, desnaturaliza su función, perjudicando gravemente su posición institucional y, por ende, el funcionamiento del Estado de Derecho en su conjunto”.
Lo que está ocurriendo hoy, avisó el presidente del Senado, “tendrá un alto coste en términos democráticos mañana”. “Pero nuestra democracia es fuerte”, aseguró, ya que “dispone de mecanismos para superar las peores crisis”.
De tal manera, Gil se declaró “convencido de que esta vez también lograremos preservar la inviolabilidad y la prevalencia constitucional de las Cortes Generales”. “Estoy seguro de que la ciudadanía española sabe muy bien que el Parlamento es la institución central a través de la cual se expresa la voluntad del pueblo y se promulgan las leyes. Hago un llamamiento a la calma y a la serenidad. La democracia siempre se abre paso”, remachó.
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