MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
El PSOE va a continuar con la estrategia que se ha fijado para este 23-J tras el cara a cara entre el presidente del Gobierno y candidato socialista a la reelección, Pedro Sánchez, y el líder del Partido Popular y aspirante a La Moncloa, Alberto Núñez Feijóo, pese a reconocer que el debate no salió como esperaba.
Aunque fuentes de la dirección socialista aseguran que Feijóo fue “previsible” y que adoptó la posición que esperaban, reconocen que Sánchez intentó “llevar las ideas centrales” de su discurso y desenmascarar las mentiras del líder del PP pero tuvo “mayor o menor acierto” a la hora de exponerlo.
Tal es así que apuntan que, si hubiese un segundo cara a cara, se corregirían los elementos que han generado “ruido” y que le impedían trasladar con “más claridad” los argumentos. De hecho, critican en La Moncloa que el líder del PP se esconda en el debate a tres que organiza RTVE.
Parte de culpa la vierten desde las filas socialistas en la “dificultad del formato” y a que hace tiempo que no se celebra un cara a cara electoral, pero especialmente justifican que no saliese el presidente victorioso a que en frente tenía a una “persona fría” y que “miente sin pestañear”.
En el PSOE se aferran a que no hubo ningún error en el debate, así como a que durante una campaña electoral no hay un acontecimiento particular que vaya a determinar la misma, para justificar que no van a cambiar la estrategia y que todavía hay días antes del 23-J para seguir afianzando una “remontada” en la que aseguran que ya están inmersos.
Así, Sánchez va a continuar con la presencia en medios de comunicación y nuevos formatos, como las entrevistas tipo ‘podcast’, para ahondar en la respuesta a determinadas ideas a las que han dejado “crecer” durante tres años.
No obstante, para este jueves ya ha sumado un acto electoral del PSOE en Santander que no estaba inicialmente previsto en el calendario de mítines de Sánchez y en el que, además del arranque en Madrid, solo están fijados Valencia (sábado 15), Barcelona (domingo 16) y cierre en algún municipio madrileño.
El presidente quería aprovechar la oportunidad de “desmontar” todas las mentiras que se han ido diciendo desde la oposición, pero justifican en las filas socialistas que el presidente no entrase a desmontar las acusaciones que él mismo le hacía a Feijóo de “mentir” a que “desmentir y proponer tus argumentos es mucho más difícil que mentir”.
“Es complicado combatir una mentira y trasladar tu verdad”, resumen desde el PSOE, al tiempo que admiten que la “falta de moderación” desde fuera del debate también generó un “ruido” que pudo provocar que Sánchez se saliera del camino que se había marcado.
Creen en La Moncloa que Feijóo buscó embarrar el debate con mentiras y que eso es lo que se hace cuando no se tiene proyecto, pero avisan de que la estrategia de la mentira es una mala estrategia que se vuelve en contra de quien la usa.
En las filas socialistas se afanan en combatir el postdebate y la idea de que Feijoó ha ganado la confrontación, y aseguran que van a “ganar la partida” de desvelar que el líder del Partido Popular “miente sin despeinarse”.
Precisamente, ante los que cuestionan que el presidente haya estado 4 días sin actos preparándose el debate mientras Feijóo no ha parado ni un día, los socialistas responden que el líder del PP se limitó a dar una retahíla de datos que eran mentiras y eso es más fácil que defender la realidad.
En las filas socialistas, destacados dirigentes consultados por Servimedia llaman a la “calma” ante el cierto desánimo que se extendió al término del debate porque entendían que Sánchez no consiguió imponerse a la estrategia de Feijóo. Consideraban que el presidente tenía que salir al ataque y se ha “pasado” de acelerado y luego ambos cayeron en el “ruido” de cortarse, por lo que fue una “oportunidad perdida”.
No obstante, algunos sostienen que “esto empieza de nuevo”, que queda campaña y que no se ha producido un “error” sino la perdida de una oportunidad y que el debate, reconocen, salió “regular”.
En el PSOE también creen que Feijóo no puede salir victorioso porque ha dejado una imagen con debilidades importantes y, principalmente, con “mentiras” que son “evidentes” como para atraer al electoral progresista al que el líder del PP está apelando.
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