MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
El PSOE dijo este jueves que no les “van a callar” después de condenar las “agresiones” que han sufridos varios diputados en las calles aledañas al Congreso de los Diputados durante la segunda jornada del debate de investidura.
Desde la tribuna del Congreso, en su turno de intervención, el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, consiguió poner en pie a toda la bancada socialista con aplausos a los diputados agredidos y lo escenificaron mirando todos al diputado Herminio Sancho, que fue al que lanzaron un huevo en la calle, mientras López daba “ánimos y fuerzas” a los parlamentarios del socialistas.
Según informaron a Servimedia desde la dirección del PSOE, el primer suceso se dio cuando Herminio Sancho, diputado por Teruel, y los también parlamentarios Dani Senderos (Álava) y María Guijarro (Bizkaia), fueron reconocidos en su hotel por unos individuos que les increparon.
Momentos después, cuando los tres caminaban acompañados de la Policía hacia el Congreso recibieron el lanzamiento de un huevo que impactó en la cabeza Sancho, según informa ‘El Heraldo de Aragón’.
Desde el PSOE informaron de que los diputados Sancho, María Luisa García Gurruchaga, Daniel Senderos y Vicent Sarrià estaban “desayunando en un bar cercano al Congreso sobre las 7.30 horas de la mañana cuando un grupo de personas, que fue aumentando, se ha puesto a hacer fotos y a acosarles desde el exterior del establecimiento”. En un momento dado, les empezaron “a insultar”. “Los diputados han avisado a la Policía, que les ha escoltado hasta el Congreso” pero “todo ello entre gritos, insultos, amenazas y lanzamiento de huevos, uno de los cuales ha impactado contra la cabeza del diputado Sancho”. Según el PSOE, “los agresores han sido identificados por la Policía” y el partido “interpondrá la consiguiente denuncia”.
Más tarde, varios diputados cuya identidad no ha trascendido por el momento salieron a desayunar fuera del recinto del Congreso. Cuando estaban en la cafetería fueron reconocidos por unos individuos que comenzaron a increparles, forzando que tuvieran que volver escoltados al Congreso.
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